lunes, 13 de diciembre de 2010

Clarín, La Nación y el verbo como herramienta de desestabilización política


La investigación del Observatorio de Medios de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) se llevó a cabo entre el 28 de octubre, día posterior a la muerte de Néstor Kirchner, y el 20 de noviembre de 2010.

El estudio, realizado por estudiantes avanzados de las carreras de Comunicación Social y Periodismo, determinó a lo largo de ese período las construcciones realizadas por los diarios Clarín, La Nación y Página/12 sobre la figura de Cristina Fernández como Presidenta de la Nación.

En el caso de Clarín, el informe explica que el matutino hizo uso de “los verbos como herramientas para descalificar a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y enderezar al diario en una obstinada campaña tergiversadora del escenario político”.

“Los verbos utilizados para describir su acción directa se utilizan en presente, pasado y futuro simples, en modo imperativo aplicado a la tercera persona del singular. Este mecanismo refuerza de alguna manera el tono de las tomas de decisión, permitiéndonos suponer que la estrategia del medio es continuar con la asociación que habían iniciado hace algunos meses entre la imagen presidencial y el autoritarismo”, precisa el Observatorio.

La investigación concluye que estas aplicaciones “son una parte más del mecanismo para posicionarse ideológicamente en la construcción de realidad. El tratamiento del rol institucional sólo en el marco de la política interna determina que el interés del diario está dedicado al escenario electoral del próximo año. Se entiende también de este modo la fragmentación “presidenta–gobierno” y la construcción de un núcleo ‘opositor’ que retroalimenta el ‘debate’ mediáticamente”.

Por su parte, La Nación presentó “un escenario político de fragilidad institucional como consecuencia de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, proponiendo, sin fuentes constatadas, que la Presidenta” encarnaba “un estilo, una práctica y una propuesta política antagónica” respecto de su esposo.

“Asimismo, y otra vez sin apoyatura en fuentes, propuso que la Presidenta se alejaba de las estructuras y organizaciones políticas que sustentan a su gobierno”, destaca el informe de la UNLZ.

Pero este comportamiento no fue apresurado, sino que fue endureciéndose estratégicamente con el paso de los días: “La línea editorial que comenzó victimizando a Cristina Fernández, otorgando sus condolencias e imponiendo la incertidumbre en la sociedad respecto del futuro del país fue encausándose nuevamente hacia sus orígenes: volvió al discurso de la violencia y la confrontación y de la necesidad de un cambio de rumbo en cuanto a las políticas del país”.

Por el contrario, Página/12 pretendió sostener la imagen presidencial con una construcción de sentido basada en la idea de “fortaleza”, “experiencia en la gestión”, “convicción”, “larga militancia”, “apoyo popular” y el vínculo con todos aquellos actores sociales de relevancia que participan de la arena política local, juntamente con el apoyo de los sectores más progresistas de las diversas instituciones sociales.

Según el Observatorio, este diario expuso “en sus páginas una reivindicación abierta de la figura de Néstor Kirchner y del mismo modo lo hace con Cristina Kirchner, agregando análisis vinculados a las reivindicaciones de género”.

Asimismo, intentó “demostrar a lo largo de toda la cobertura que el apoyo no sólo fue popular sino que las diversas instituciones más destacadas de nuestra vida política también tuvieron muestras de apoyo a través de diferentes expresiones”.

Este Observatorio de Medios desarrolló su estudio aplicando el modelo teórico y metodológico Intencionalidad Editorial, elaborado por un grupo de Investigación Teórica de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y cuyos ejes se encuentran explicitados en el libro “Sigilo y nocturnidad en las prácticas periodísticas hegemónicas” (Ediciones del Centro Cultural de la Cooperación, Buenos Aires, 2009).

El modelo, que combina métodos de análisis cuantitativos y cualitativos, entiende a los procesos periodísticos como manifestaciones del género de la propaganda, y como parte fundamental de la disputa por el poder. Se trata de un punto de partida para develar el propósito último de toda producción periodística, la creación de sentidos comunes -la conversión de un discurso y de un sistema ideológico de clase en discurso o sistema ideológico universal- y los métodos empleados al efecto por los agentes activos del sistema mediático corporativo del bloque hegemónico.

Descargar el informe completo

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Con Cristina plena libertad de expresión para todos

Documento de la Corriente por una Comunicación Nacional, Popular y Democrática (CCNPD), dado a conocer durante el multitudinario acto que encabezó Gabriel Mariotto el martes 7 de diciembre de 2010, en el Teatro N/D Ateneo, de Buenos Aires.

La Corriente por una Comunicación Nacional, Popular y Democrática es un espacio político surgido de la experiencia movilizadora y militante que desembocó en la plena vigencia de la letra más plural de nuestra democracia: la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual

Así, el trabajo de Gabriel Mariotto sintetizó una experiencia de movilización que reconoce años de lucha y participación social, pero para cuyo armado se requirió de la firmeza y del coraje político de Cristina Fernández de Kirchner quien instruyó materializar el instrumento jurídico más democrático de nuestro Estado de Derecho.

Una norma legítima en su concepción que fue militada en cada rincón del país a través de foros, de encuentros, de marchas, derivadas de la efectiva instrucción que emanó desde la conducción del proyecto: tener la ley de medios audiovisuales más justa del mundo.

La llamada “nueva ley de medios”, la iniciativa de la compañera presidenta para distribuir con justicia el insumo básico para la prensa escrita e impresa y los proyectos y realidades como Fútbol para Todos, Televisión Satelital Terrestre, y la dotación de equipos informáticos y señales de Internet a escala pública y masiva, conforman una plataforma de acción política, social y cultural que no registra antecedente alguno en orden a la democratización efectiva de la palabra y la imagen de todas y todos quienes habitamos el territorio de la patria.

Son políticas públicas que van de la mano del crecimiento sostenido de la economía nacional, del proceso de desendeudamiento, de la Asignación Universal por Hijo, de la recuperación soberana del patrimonio de nuestros jubilados y jubiladas, de la ley de matrimonio igualitario, y de tantas otras medidas impulsadas por el gobierno para que la patria cada día sea más justa, más democrática, más libre, más inclusiva.

La Corriente nace como un espacio político original y continente de todas las propuestas comprometidas con el proyecto nacional, popular y transformador, inaugurado en 2003 por el querido compañero Néstor Kirchner y encabezado hoy por Cristina. Nuestro espacio reconoce a la comunicación popular como herramienta de organización política, y en ese sentido despliega sus acciones.

A partir de entonces, militantes de distintos campos de la comunicación y la cultura, en especial jóvenes que ven en la Corriente una gran oportunidad de participación activa, vienen desarrollando tareas políticas y organizativas en ciudades, municipios y provincias de todo el país, para poner en práctica iniciativas de comunicación popular y movilizarse en apoyo de la compañera presidenta, y hacer nuestro aporte para que, en 2011, el pueblo llene las urnas con votos que garanticen la continuidad y profundización de este proyecto transformador e inclusivo.

Así como la Corriente tiene la plena convicción de que las próximas elecciones generales expresarán el claro apoyo del pueblo al gobierno de Cristina y a la ampliación de su programa transformador, también manifiesta su compromiso para trabajar con todos los actores del campo nacional, popular y democrático para que el nuevo escenario mediático abierto con la ley se convierta en un espacio plural, contenedor de la más rica diversidad que le da forma y vida a nuestra sociedad, para que ella elabore, cree, una vez más, su gran relato colectivo; y le de paso a un nuevo modelo de país, de una Argentina que, integrada a toda nuestra América, exprese un nuevo paradigma de organización nacional: el ideario de la Generación de Bicentenario, síntesis que posibilita el siglo XXI, entre las tradiciones emancipatorias del XIX y las experiencias transformadoras del XX.

Debemos reiterar entonces que la Corriente se propone colaborar en la movilización democrática del pueblo para que en 2011 se le de continuidad al programa transformador e inclusivo que inauguró nuestro querido Néstor Kirchner en 2003 y que hoy encabeza Cristina. Que pretende hacer de la comunicación popular una herramienta de construcción política en pos de cada uno de los objetivos que se plante la conducción del movimiento nacional y popular. Que se obliga a sí misma a renovar sus esfuerzos cada día, para que la historia profunda de los argentinos y las argentinas sea contada por ellos y ellas mismas, nunca más por los oligopolios de la palabra.

¡Con la memoria de nuestros líderes populares! ¡Con las banderas de Perón, Evita y Néstor! ¡Con Cristina y el pueblo! ¡Por un país con más democracia y libertad de expresión; libre, soberano y con justicia social!

Con Cristina por una patria con libertad de expresión para todos.


Por una comunicación para la cultura nacional y popular.


Comunicación popular es cultura, democracia y justicia social.


La Corriente por una Comunicación Nacional, Popular y Democrática para las transformaciones inclusivas.


La Corriente para el pueblo y la soberanía nacional.


Comunicación popular y democrática, soberanía nacional y justicia social.


Por Cristina y con Mariotto, por una patria libre, justa y soberana.


Para que la palabra sea de todos, con Cristina y el país.


Distribuir la palabra es distribuir riquezas.


Militancia y comunicación popular para un país democrático y con inclusión social.

Buenos Aires, 7 de diciembre de 2010.-

lunes, 15 de noviembre de 2010

Dos diarios, una misma contraofensiva antipopular


El Observatorio de Periodismo y DD.HH. de la Universidad Nacional de Cuyo presentó un informe sobre las coberturas de La Nación y Clarín en torno al fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner. La investigación abarcó el período que va desde el 28 de octubre al 6 de noviembre de 2010.

Por Fernando M. López
Coordinador del Observatorio de Medios de Argentina

Si la columna de Rosendo Fraga, publicada en La Nación pocas horas después de la muerte de Néstor Kirchner, indignó por su oportunismo fuera de lugar, su manipulación grosera y su machismo recalcitrante en un momento de profundo dolor, lo que siguió en las páginas de los dos principales diarios argentinos es sencillamente nefasto.

El Observatorio de Periodismo y Derechos Humanos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) revela, mediante una investigación rigurosa, que Clarín y La Nación se lanzaron con mecanismos similares, en una especie de alianza táctica, a construir sus propias realidades sobre el fallecimiento del ex presidente para instalar la sensación de “vacío de poder”, “inestabilidad” y “quiebre” de un modelo de país por la “incapacidad” de la presidenta Cristina Fernández para seguir adelante sin su esposo.

“La sucesión Kirchner-Kirchner, que debería haberse celebrado hace tres años, se precipita ahora, bajo la forma de un duelo. Lo emocional y lo institucional se entrelazan y agregan azar a este proceso”, escribió el columnista de La Nación, Carlos Pagni, en la misma línea de Joaquín Morales Solá, Mariano Grondona y la propia editorial del diario, para agregar luego que “el ordenamiento que subyace al gobierno actual era provisto por el ex presidente desde Olivos” y que “es natural, entonces, que el corazón del poder esté envuelto hoy en un sentimiento de orfandad” porque “alrededor de Cristina Kirchner quedó un grupo de gestores que hace más de veinte años tienen vedado hacer política”.

Con un tono similar, Clarín habló del “rumbo incierto por la desaparición física de Néstor Kirchner”, a quien mostró como quien ejercía “el control total” del Gobierno y del Partido Justicialista. En esta dirección apuntaron las principales editorialistas del diario, como Ricardo Kirschbaum o Eduardo Van der Kooy que, parafraseando al español Felipe González, dijo que “el poder puede transferirse, pero la autoridad no”.

Ambos matutinos trataron de convalidar en el conjunto de la sociedad sus parcialidades de clase apelando a la repetición sistemática, la exageración de supuestos peligros y la caracterización reduccionista y tergiversadora del fenómeno popular que se vivió durante el velorio de Kirchner.

Los jóvenes que se movilizaron para despedir al ex mandatario fueron identificados con la violencia, mientras que los trabajadores fueron demonizados asociándolos a la “corrupción sindical” y a la figura de un Hugo Moyano con “ambición sin límites”.

“No habría que descartar que algún sector del oficialismo, tal vez el más juvenil, invite a Cristina Kirchner a asumir la herencia del militante muerto encargándole profundizar sus batallas. Esta orientación podría fantasear con que el principio dinámico y combativo que se perdió con Kirchner se puede reemplazar con la prepotencia fáctica de Hugo Moyano”, señaló Pagni.

Vale como ejemplo otro artículo destacado por el Observatorio, en este caso de Clarín: “En cuanto al rol de los jóvenes kirchneristas de aquí en más, y en particular de esos jóvenes militantes movilizados que hicieron oír sus gritos de guerra en las exequias, viene asomando una sospecha, que agita las aguas ya suficientemente encrespadas de la política argentina: la de un ‘kirchnerismo recargado’, que tome mayor distancia del peronismo tradicional, refuerce lazos con los ‘movimientos sociales’ y ‘gire a la izquierda’. Cristina parece abonar esta hipótesis, y no sólo con sus palabras, sino con la selección de un círculo íntimo que es bastante más estrecho que el de su marido. Ello confirmaría la opinión de que Néstor era el pragmático y moderado de la pareja, y su ausencia sería por tanto ocasión para que sus iniciativas hacia los medios independientes, la justicia, los intereses empresarios o las relaciones exteriores se ‘profundicen’”.

Cabe subrayar, además, que el trabajo de la UNCuyo llama la atención sobre un comportamiento que parece haberse generalizado en la prensa hegemónica, según se desprende de anteriores estudios del Observatorio de Medios de la Argentina: un marcado uso de fuentes anónimas e incontrastables, del tipo “una alta fuente de la Casa Rosada”, “un hombre que tiene llegada al círculo íntimo de los Kirchner”, entre otras, orientadas a reforzar las posiciones encubiertas de los medios analizados.

Las conclusiones del Observatorio de Periodismo y Derechos Humanos sirven, en definitiva, para poner en alerta a los sectores populares, ya que indican nada menos que el inicio de una contraofensiva de las corporaciones mediáticas hegemónicas para reorganizar sus aparatos de sentidos en torno a una nueva acción desestabilizadora de cara a las elecciones de 2011.

Descargar informe completo

miércoles, 27 de octubre de 2010

Tristeza y dolor

Declaración de la Corriente por una Comunicación Nacional y Popular por la muerte de Néstor Kirchner. La CCNP es un movimiento liderado por el titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual.


Por CCNP | Desde Buenos Aires

Ahora más que nunca las argentinas y los argentinos junto a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

En momentos en que la Patria vuelve a ser desafiada por el destino trágico, la Corriente por una Comunicación Nacional y Popular (CCNP) convoca a respaldar más que nunca el proyecto de país iniciado por el amigo y compañero Néstor Kirchner en 2003.

Así como las muertes de Mariano Moreno, Evita y Juan Perón no detuvieron las luchas del pueblo argentino por la justicia social y la democracia, la trágica pérdida que hoy nos enluta no puede ni debe paralizarnos.

Hoy más que nunca, en un día de profunda tristeza y dolor, las argentinas y los argentinos tenemos que estar junto a la presidenta Cristina Fernández.

Compañero Néstor Kirchner, hasta siempre.

Corriente por una Comunicación Nacional y Popular

sábado, 2 de octubre de 2010

Correa y los Medios del Golpe

Reuniones en Buenos Aires y en Quito. Los generales del terrorismo mediático participaron en la planificación de la asonada contra el presidente ecuatoriano. Presente y futuro. Estado de alerta, una obligación.



Por Víctor Ego Ducrot - Agencia Periodística del Mercosur (APM)

Que la rápida intervención de UNASUR fue decisiva a la hora de parar el golpe es algo que está fuera de cuestión. Que el coraje del presidente Rafael Correa siempre será reconocido como ejemplar, también. Pero que lo del jueves pasado fue un intento abortado, que hubo mucho más de lo que se ve, y que la corporación de medios concentrados estuvieron detrás de la jornada que conmovió a los latinoamericanos, son datos que deben estar en la mira de todos y todas, porque, lamentablemente, sólo se superó un capítulo, no la historia misma de esta saga que comenzó en Honduras y, seguro, volverá a atacar.

En estas líneas prefiero focalizar sobre un punto, el de los oligopolios mediáticos como organizadores de los intentos golpistas y neogolpistas, restauradores, amenazantes de los países latinoamericanos que transitan caminos democráticos, de autonomía, frente a los modelos centrales y con programas de inclusión y distribución social; organizadores aquellos que piensan y actúan a escala regional, y en forma muy coordinada.

Directivos de diarios de Argentina y Ecuador se reunieron el 23 de septiembre aquí, convocados por la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), y dijeron, en tono de advertencia, que las libertades de expresión y prensa estaban "amenazadas" en ambos países. También señalaron sus coincidencias para oponerse a toda iniciativa de nueva legislación sobre medios, iniciativa que en Argentina es ley bombardeada sistemáticamente por los oligopolios nativos, a través de las camarillas reaccionarias que anidan en el seno del Poder Judicial. En Ecuador la batalla de los monopolios es contra la Ley Orgánica de Comunicación, que estaría a punto de ser votada en la Asamblea Nacional.

ADEPA participó activamente en cuanta dictadura militar sometió a este país y acaba de designar como responsable de "libertad de prensa" a Arturo Guardiola, del diario Los Andes, de Mendoza, y perteneciente al Grupo Clarín. Guardiola fue funcionario del último régimen de facto argentino, a la vez que la principal accionista del Grupo, Ernestina Herrera de Noble, su primer ejecutivo, Héctor Magnetto, y otras figuras del mismo, se encuentran sospechados de haber cometido crímenes de lesa humanidad durante los años en que imperó el régimen terrorista de Estado.

El Grupo Clarín se encuentra al frente de las campañas contra el gobierno de Cristina Fernández y no escatima artimañas para ello, incluso las de carácter violatorio de la Constitución, como lo señalara en varios de sus informes el Observatorio de Medios de la UNLP.

Lo que sigue se supo al cierre de esta edición y habla de las articulaciones del Grupo Clarín - cuyo máximo directivo suele cenar con el presidente de la Corte Suprema argentina- y las camarillas del Poder Judicial: la Justicia federal de Bahía Blanca, dictó un nuevo fallo que frenó el reordenamiento de las grillas de televisión, que el 1 de octubre entró en vigencia por disposición de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual. La medida fue ordenada por el juez federal subrogante Santiago Martínez, quien fuera cuestionado por organismos de Derechos Humanos por haber beneficiado a Alfredo Astiz y a otro represor de la dictadura militar.

Las maniobras organizadas por ADEPA y otras entidades de los oligopolios mediáticos, como la SIP, también disparan sobre Brasil. Al respecto señaló este sábado el diario Página 12, de Buenos Aires: "Lula está soportando un fuerte ataque de los grandes medios de comunicación. Durante los primeros cuatro años de su gobierno, los grandes medios publicaron decenas de denuncias de corrupción, lo acusaron de borracho y de incapaz y voltearon a algunos de sus colaboradores más cercanos. En el segundo período, Lula anunció que no buscaría la re-reelección y entonces lo dejaron tranquilo. Total Dilma Roussef apenas medía alrededor de siete puntos. Cuando las encuestas empezaron a dar cuenta del crecimiento de la candidata del PT, los grandes medios reaccionaron y salieron a destrozarla. En ese momento Roussef ganaba en primera vuelta. Entonces hubo una catarata de denuncias de corrupción y ataques por el cáncer que superó y por su ‘carácter autoritario’, y la hicieron bajar tres o cuatro puntos en las encuestas. Ya no da como ganadora segura en primera vuelta y podría haber ballottage. En ese contexto, Lula salió en defensa de su candidata y acusó a la corporación mediática de ser la verdadera oposición no declarada. ‘Si son honestos, tienen que decir que ustedes son la oposición’, les dijo Lula. Ahora le llueven editoriales donde lo acusan de ser la gran bestia parda del Brasil, una especie de Chávez luso-parlante, enemigo de la libertad de prensa".

La intención de este texto es simple y modesta: recordar algunos datos para estar alertas en torno a las maniobras sigilosas de los monopolios mediáticos.

http://www.prensamercosur.com.ar/apm/nota_completa.php?idnota=4825

Cablevisión, la grilla y el intento de golpe en Ecuador


Por Fernando M. López
Coordinador del Observatorio de Medios de Argentina

Los abonados a la empresa de cable del Grupo Clarín (más de 3,5 millones de familias o individuos) no gozan del mismo derecho a la información que los abonados a otras distribuidoras de TV paga del país.

Hace poco menos de un mes, a través de la resolución 296/10, la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) ordenó a todos los cableoperadores una serie de cambios en la grilla de canales a partir de este viernes 1 de octubre.

De acuerdo a la medida, en el canal 2 se debe ubicar la señal local correspondiente, seguida por los canales de noticias: 3, TN (Grupo Clarín); 4, América 24 (Grupo Uno-De Narváez); 5, C5N (Grupo Hadad); 6, Crónica TV (Héctor Ricardo García); 7, Canal 26 (Alberto Pierri); y 8, CN23 (Sergio Szpolski). Luego continúan los canales de aire: 9, América (Uno-De Narváez); 10, Telefé (Telefónica de España); 11, Canal 7 (Televisión Pública); 12, Canal 13 (Grupo Clarín); y 13, Canal 9 (Ángel Remigio González). En el 14 se debe ubicar la señal del Ministerio de Educación de la Nación (Encuentro) y a partir del 15 los contenidos deportivos, seguido por los infantiles (incluido el estatal Paka-Paka) y las señales de noticias internacionales, comenzando por la cadena latinoamericana Telesur.

Todos cumplieron este reordenamiento, menos Cablevisión. Como ocurrió con el artículo 161 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, Clarín se vio beneficiado por una nueva medida cautelar, esta vez dictada por un juez federal subrogante de la localidad bonaerense de Dolores, que le permitió evadir la resolución del AFSCA y dejar al margen de su oferta a las señales CN23, Paka-Paka y Telesur.

No se trata de un dato menor contra la democracia informativa, sobre todo si se tiene en cuenta la importancia que cobró la señal multiestatal latinoamericana en la cobertura en directo de los acontecimientos en Ecuador, desde el amotinamiento policial, el secuestro del presidente Rafael Correa, hasta su posterior rescate.

De hecho, muchas de las imágenes e informaciones retrasmitidas por TN durante la jornada del pasado 30 de septiembre pertenecían a Telesur, aunque cuidadosamente seleccionadas y orientadas por los videograf que incluía el canal del monopolio para imprimirle su propia intencionalidad editorial.

Quien haya seguido únicamente por TN la intentona golpista contra el gobierno de Correa, seguramente no la calificará como tal, porque a lo largo de su cobertura el canal del Grupo Clarín se encargó de ocultarla de manera sistemática.

Sus titulares sólo hablaron de "crisis" o "tensión" en Ecuador, a pesar de que toda la comunidad internacional, incluida la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), definió las acciones de los sectores policiales y militares que se habían sublevado como un claro intento de golpe de Estado.

La misma parcialidad, encubierta con velos de supuesta objetividad, se registró en los otros medios del monopolio y se tornó aún más cuestionable a lo largo del 1 de octubre con titulares en TN como "Ecuador: 5 muertos y 193 heridos", sin dar precisiones sobre las causas de esas bajas: "Dos policías y tres civiles murieron en los enfrentamientos en Quito y Guayaquil. El presidente ha decretado tres días de duelo nacional. Los cancilleres de los países de la Unasur están en Ecuador y se reunirán con Rafael Correa (…)".

En tal sentido, la cobertura de TN tuvo una singular similitud con la de CNN, medio hegemónico internacional que Clarín mantiene firme en su grilla.

"El poco tiempo que yo vi la cadena CNN, estaban criticando que el gobierno de Ecuador había activado una cadena nacional, pero no criticaban la acción misma, pues en sus insert informativos decían motín policial y no que estábamos frente a un golpe de Estado", advirtió el presidente venezolano Hugo Chávez.

Mientras TN y CNN ocultaban, Telesur ampliaba información de primera mano: "El presidente de Ecuador, Rafael Correa, sostuvo este viernes que el intento de derrocar a su gobierno se debió a la manipulación de grupos de oposición que tergiversaron la ley de Servicios Públicos para provocar la sublevación policial".

"Mujeres y líderes (indígenas) de la provincia ecuatoriana de Cotopaxi (centro-norte) se reunieron este viernes a las afueras del Palacio de Gobierno para manifestar su apoyo al presidente de la nación, Rafael Correa", reportó el corresponsal de Telesur en Quito, Christian Salas.

"El ministro ecuatoriano de Relaciones Exteriores, Ricardo Patiño, advirtió este viernes que el Gobierno no está completamente tranquilo, debido a la posibilidad de algún rezago de la sublevación policial de la víspera. ‘No puedo decir que estemos totalmente tranquilos, porque mucha gente que estuvo ayer movilizada posiblemente lo sigan estando y puedan querer reproducir lo ocurrido’, indicó".

Ninguna de estas noticias tuvo lugar en las pantallas de los abonados a Cablevisión.

domingo, 26 de septiembre de 2010

La Ley es para todos, para los monopolios también


El martes 28, a las 17 horas, todos y todas a Tribunales, para defender a la nueva Ley de Medios.

El Observatorio adhiere a la Corriente por una Comunicación Nacional y Popular, y llama a la concentración.


miércoles, 8 de septiembre de 2010

Libertad de expresión más justicia

Héctor Magnetto y Bartolomé Mitre
Libertad de expresión más justicia.


Publicado el 8 de Septiembre de 2010, en Tiempo Argentino.
Por Víctor Ego Ducrot
Periodista, escritor y profesor universitario.

(La actitud de Magnetto y Mitre) indigna porque pone en evidencia la capacidad de influencia ilegal que han tenido durante décadas las corporaciones mediáticas hegemónicas, pero a su vez, no debería sorprendernos porque esos grupos empresarios, sus propietarios y principales ejecutivos, engordaron con la dictadura militar.

Indigna sí, pero no debería sorprendernos que Héctor Horacio Magnetto y Bartolomé Mitre se hayan presentado ante el juez federal de La Plata, Arnaldo Corazza, con la intención de obstruir la justicia que investiga los delitos de lesa humanidad cometidos, muy probablemente, durante el proceso de apropiación de Papel Prensa. Digo indigna porque pone en evidencia la capacidad de influencia ilegal que han tenido durante décadas las corporaciones mediáticas hegemónicas, pero a su vez, digo que no debería sorprendernos porque esos grupos empresarios, sus propietarios y principales ejecutivos, engordaron con la dictadura militar, la misma que los impregnó con su cultura del sigilo, del actuar en las sombras y de la impunidad.
Esa impregnación fue de tal magnitud que convirtió a las redacciones y a las mesas de edición de sus medios en verdaderas expertas a la hora de recurrir a la más amplia colección de máscaras, al más completo dispositivo simbólico de encubrimiento.
Y si admitimos la indignación como estado de ánimo desde el cual interrogarnos a nosotros mismos acerca de la realidad que amanece cada día en nuestro país, por qué no preguntarnos cuál puede ser el posible grado de responsabilidad de ciertos periodistas devenidos en operadores de los intereses de Magnetto y compañía, quienes desde páginas en papel o en soporte digital, desde la tele o por los micrófonos de radio, aparecen como eternos cruzados en defensa de sus jefes, sin reparar en la posibilidad de la duda, sin conceder crédito alguno a las investigaciones promovidas por el Poder Ejecutivo ni a la las indagaciones del Poder Judicial.
Digo esto porque, tras leer y leer, ver y ver, y oír y oír las afirmaciones cotidianas que formulan Eduardo van der Kooy, Julio Blanck, Nelson Castro, Ernesto Tenembaum y Joaquín Morales Solá, entre muchos otros, se me ocurre una pregunta que tan sólo podría contestar un letrado del foro, un fiscal o un juez: ¿hasta qué punto esos personajes no incurren en responsabilidad penal –de ninguna manera por su opiniones en sí mismas, pues tienen todo el derecho de expresarlas por virulentas que sean o injustas que puedan sonar a los oídos de algunos–, sino porque las mismas podrían resultar acciones u omisiones encubridoras de crímenes muy graves?
Quizás me equivoque, pero no estaría de más que se expida al respecto algún conocedor de Derecho. Y ni que hablar entonces de los dizque dirigentes políticos –todos de la oposición rabiosa–, si es que efectivamente saben pero callan; o lo que es peor, dicen al revés, también para congraciarse con sus jefes; los que, dicho sea de paso, permite que sean dirigentes porque a su disposición están las cámaras y lo estudios de la TV oligopólica. Ellos y ellas nunca podrán hacer política en las calles, en las plazas, entre la sociedad tangible, lejos de los focos y los maquillajes.
Parecería entonces que libertad de expresión y justicia son dos categorías que deben marchar de la mano, y para que ello sea posible, aquí otra ocurrencia para este miércoles de septiembre. ¿No será que la libertad de expresión sólo tendrá carnadura, volumen y densidad suficientes en orden a la justicia tan sólo si se desenvuelve en la dimensión de lo social y respondiendo a su naturaleza última, que pertenece al campo de la intervención política?
Ese debe ser el interrogante para el que busca una respuesta Gabriel Mariotto, titular del AFSCA (dependencia del Ejecutivo encargada de aplicar la ley que administra el espacio radioléctrico y televisivo), cuando afirma que “el nuevo marco jurídico es una texto, sí, pero un texto que interpela a la sociedad para que ella misma se haga cargo, asuma, los derechos y libertades que le reconoce el Estado republicano”. Y aquí otra pregunta para continuar con el desarrollo de este puñado de ideas: ¿acaso tiene la sociedad otro universo que no sea el de la práctica y el de la intervención política para ejercer los derechos que le reconoce la ley?
Puede ser que me equivoque, de eso se trata el acto del pensar, pero las reflexiones teóricas y las experiencias concretas ensayadas desde ámbitos académicos referidos al campo de los medios, sus acciones y posibilidades, nos dicen con convicción que la libertad de expresión y la justicia regirán en la medida que el conjunto de la sociedad tome la acción pública en sus manos
Quizá Mariotto comparta ese razonamiento, lo que explicaría su audacia del sábado pasado al hablar, en Lomas de Zamora, ante casi 500 estudiantes, profesores y directores de carreras de Comunicación de más de 15 universidades públicas de todo el país, para invitarlos a sumarse a la Corriente por una Comunicación Nacional y Popular (CCNP).
Y consiguió un sí rotundo, lo que implica una revisión de la matriz académica neoliberal que atravesó durante décadas a los estudios sobre Comunicación. Pero lo más significativo resulta de lograr una herramienta decisiva para hacer que los saberes de los claustros influyan en, y sean influidos por, los saberes populares en materia comunicacional y organización social. En ese sentido, Mariotto se hizo cargo del desafío que implica la plena vigencia de la nueva Ley de Medios, desafío que se potenciará toda vez que la justicia nos diga la verdad acerca de lo que sucedió con Papel Prensa y que el Congreso de la Nación acompañe al proyecto del Ejecutivo, para democratizar la producción y distribución del insumo básico de la prensa escrita e impresa. Por eso, explicó, se puso al frente de esa original iniciativa política, que hecha mano a una ley de la democracia para que los colectivos sociales tomen la palabra, se organicen en torno a ella y asuman su propia práctica política.
Según el titular del AFSCA, la Corriente apoyada el sábado por un sector determinante de la comunidad académica especializada – entre sus impulsores se encuentran Santiago Aragón, decano en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora; Ernesto Espeche, director de carrera en la Universidad Nacional de Cuyo; y Alejandro Verano, ex decano en la Universidad Nacional de La Plata – “viene trabajando en barriadas del Gran Buenos Aires, Capital Federal, Rosario, Córdoba, Mendoza, Corrientes, San Juan y San Luis, para que la comunicación popular sea un instrumento de debate y disputa ante el aparato de sentidos organizado por las corporaciones mediáticas hegemónicas; y aportar desde allí a la continuidad del proyecto de transformaciones económicas, políticas, sociales y culturales que encabezan la presidenta Cristina Fernández y Néstor Kirchner”.
Una vez más, la historia enseña que la democracia es el modo apropiado para que el conjunto de la sociedad ponga en tensión sus mejores potencialidades creadoras; en este caso, al servicio de la libertad de expresión real y de la justicia, sin la cuales no es pensable la convivencia dentro de un Estado de Derecho.

domingo, 5 de septiembre de 2010

El Observatorio de Medios de Argentina saluda al acto que realizó ayer, en Lomas de Zamora, la Corriente por una Comunicación Nacional y Popular

“Sorteamos todos los argumentos del establishment para avanzar con la Ley de Radiodifusión”




El presidente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, Grabiel Mariotto, y el ministro de Educación, Alberto Sileoni, participaron ayer del acto de cierre del primer encuentro de la Corriente por una Comunicación Nacional y Popular.


En el encuentro, Mariotto dijo en primer lugar que a “esta corriente nacional y popular, que ya se ha dado como un hecho natural de una construcción lógica, racional y espontánea, le tenemos que dar organización, porque la ley (de Servicios de Comunicación Audiovisual) ya la tenemos".

"Ahora las posibilidades de vivir en libertad de expresión ya son concretas y porque hemos sorteado las trabas judiciales y todos los argumentos del establishment desentrañándolos”, agregó.

El titular de la AFSCA se refirió también a la operación mediática de los grupos que concentran la comunicación al afirmar que "podemos aceptar debatir con aquellos que filosóficamente descrean de los términos de esta ley (de Servicios de Comunicación Audiovisual) y de este momento político”, pero “no podemos debatir con militantes que vean a su conducción sentados en la mesa del gerente del grupo monopólico".

Por su parte, el ministro Sileoni dijo que “lo que nos convoca y une es que acá hay militantes porque un militante es aquel que tiene un sueño y lucha por él”.

El encuentro también contó con la presencia de decanos, investigadores, académicos, docentes y representantes de todas las carreras de comunicación de las universidades de todo el país. Y los ejes centrales fueron la nueva ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, el nuevo paradigma mediático y diversas cuestiones vinculadas al campo comunicacional.


http://www.telam.com.ar/vernota.php?tipo=N&idPub=197408&id=374859&dis=1&sec=1

jueves, 2 de septiembre de 2010

Con ustedes, el libro rojo de Magnetto

http://tiempo.elargentino.com/notas/con-ustedes-libro-rojo-de-magnetto

miércoles, 25 de agosto de 2010

Fibertel, Cicerón y nosotros los ciudadanos

Columna de Víctor Ego Ducrot, publicada hoy en el diario Tiempo Argentino, de Buenos Aires.

A veces me desanimo y pienso que quienes nos dedicamos a ciertos menesteres teóricos sobre la comunicación y el periodismo apenas si lo hacemos sobre temas hace mucho tratados por otros, y por cierto un millón de veces mejor. O que simplemente nos abocamos a nominar con voces nuevas hechos que ya tenían nombre; o, en el mejor de los casos, a sintetizar aquellos antiguos saberes en orden a nuestro mundo de formidables tecnologías, como si éstas no fueran eso, tecnologías, herramientas o instrumentos de intervención sobre el escenario de la práctica, sobre el horizonte del conocimiento.

Fíjense si no. En su libro “Los hilos y las huellas”, el filósofo italiano Carlo Ginzburg nos recuerda que en los poemas homéricos aparece el término enargés como “presencia manifiesta (de los dioses)”, casi siempre asociado al adjetivo argós, que significa “claro y brillante”; lo que se trataría de una constelación de significados en torno a la antiquísima expresión enárgeia o “claridad y vividez”. Desde el ámbito de la retórica, Cicerón usó ilustratio et evidentia como sinónimo de enárgeia, “que parece no tanto decir cuanto mostrar una cosa, como si estuviéramos asistiendo al desarrollo mismo de los hechos”.

Lo apasionante de todo esto es que podríamos caer en el error de suponer que tamañas especulaciones sólo referían al texto escrito por el historiador o las palabras dichas por el orador. Sin embargo, ya Platón, en su diálogo “El político”, escribe: “nuestro discurso, precisamente en cuanto representación de una figura viva, da la sensación de haber reproducido bastante bien los rasgos exteriores, sin todavía haber logrado, por lo demás ese relieve (o enárgeia) que se obtiene con los pigmentos y con la mezcla de colores”.

El filósofo griego nos habla así, ya no de textos sino de imágenes pictóricas. ¿Inquietante, no? Imaginen por un instante trasladar las ideas de historiador y de orador a la de periodistas que escriben para un papel impreso y para una página digital, o dicen por radio; y la idea de “pigmentos y mezclas de colores” a la de imágenes de video y televisión. Llegamos a concluir entonces que el desánimo al que me refería en el primer párrafo de este miércoles – por fortuna desánimo devenido inquietud y estímulo- pasaría por constatar que ya Homero, Cicerón y Platón se adelantaron a lo que de alguna manera podemos insistir en denominar teleología o doctrina de las causas finales de las prácticas mediáticas.

Y para que el devenir en inquietud y estímulo puedan justificarse ante sí mismos, pues no hace falta que lo hagan ante el planeta íntegro de las emociones, me atrevo a añadir que, desde las reflexiones que hacemos algunos acerca de las condiciones y fines mismos de toda puesta en escena periodística, aquella enárgeia que parece no tanto decir cuanto mostrar una cosa, como si estuviéramos asistiendo al desarrollo mismo de los hechos, siempre aparecerá teñida por la parcialidad y el punto de vista valorativo del medio o periodista que construya información o noticias, siendo una práctica recomendable en términos de democracia contemporánea que tales parcialidades y puntos de vista valorativos sean explícitos y enunciados por el constructor de la información y las noticias; no sea cosa que…Que suceda lo que nos sucede a los argentinos y a las argentinas, estoicos y estoicas víctimas consuetudinarias de los embates del terrorismo mediático.

Los mismísimos popes de Fibertel admitieron oportunamente ante sus interlocutores del mundillo bursátil que no cumplían con el ordenamiento normativo. Este diario informó ayer en su primera plana que el Alcalde de la ciudad de Buenos Aires, quien hoy defiende a capa y espada al Grupo Clarín, admitió el año pasado que la proveedora de Internet en cuestión era ilegal. El gobierno nacional tomó medidas para aplicar la ley tal cual lo proclama el tan mentado principio de seguridad jurídica; resolvió en forma oficial para que las prestadores que fueran a elegir los usuarios de Fibertel cumplan con todas las condiciones contractuales; dispuso de plazos razonables para el reordenamiento del mercado y puso a disposición de los consumidores una línea telefónica para localizar dudas y consultas.

Nada le bastó a la corporación mediática y a sus sirvientes de la llamada oposición. Las páginas de los diarios Clarín y La Nación se convirtieron en portavoces oficiales de sus propios intereses empresarios y, lo que es mucho peor desde el punto de vista de la teleología de las prácticas periodísticas, desinformó y mintió a sus lectores, como viene haciéndolo en forma sistemática en torno a casos que podrían implicar delitos de lesa humanidad, como lo son el de los sospechados hijos de doña Ernestina y el de Papel Prensa, sobre el cual, a la hora de escribir este encuentro de los miércoles, se aguardaba un informe oficial.

Poco puede asombrarnos semejante conducta si pudimos ver y oír a través de la pantalla de TN cómo los operadores de Magnetto, Eduardo Van Der Kooy y Julio Blanck, calificaban de relatos de los Kirchner a los hechos referidos a Papel Prensa, que han sido revisados por una investigación oficial y podrían concluir en actuaciones judiciales por delitos imprescriptibles que la doctrina aceptada por la ONU califica como típicos del terrorismo de Estado. De esos dichos a la complicidad ideológica, la misma que la dio forma cívico - militar a la última dictadura, hay un paso; el mismo único paso que separa a la razón y al análisis del asco.

Idéntico asco intelectual provoca constatar la forma servil en que se inclinan los medios oligopolizados y hegemónicos ante las diatribas de la señora Carrió, quien sólo es dirigente política gracias a sus eternas giras ante cámaras y micrófonos, contra las instituciones de la Constitución, contra el Derecho Penal y contra la misma razón. Sólo aceptando como dato cierto la perversión teleológica del discurso, perversión que nos vuelve a hablar de ciertas complicidades ideológicas con los genocidas, puede comprenderse que Carrió acuse a la presidenta de la Nación de terrorista de Estado y de inventora de causas de Derechos Humanos.

Es probable que me quede algo de capacidad para la nausea cuando oigo al señor Solanas sobre sus posibles acuerdos con la señora Carrió o cuando utiliza los argumentos y los escenarios de las corporaciones mediáticas para atacar al gobierno por el simple hecho de que éste intenta hacer cumplir las leyes; pero prefiero reservar la energía para asegurar que el barbarismo de semejantes personajes y prácticas periodísticas sólo podrá ser superado si los ciudadanos y las ciudadanas, los habitantes todos de este país, apelamos a la memoria, expulsamos las perversiones teleológicas y le prestamos un poco de atención a aquellos viejos sabios que nos hablaban acerca de la enárgeia como “claridad y vividez” y de la ilustratio et evidentia a la hora de relatar la vida.

sábado, 21 de agosto de 2010

Más sobre Clarín y sus conspiraciones

http://tiempo.elargentino.com/notas/una-novela-de-vidal-arroz-y-clarin

sábado, 14 de agosto de 2010

Talleres de Comunicación Popular del AFSCA

http://www.prensamercosur.com.ar/apm/nota_completa.php?idnota=4774

miércoles, 11 de agosto de 2010

Los medios, el Estado y la palabra

http://tiempo.elargentino.com/notas/los-medios-estado-y-palabra

miércoles, 4 de agosto de 2010

Preocupación por los avisos en los diarios que podrían esconder redes de trata y esclavitud sexual

http://www.diariosobrediarios.com.ar/eldsd/zonadura/index.htm

Políticos y televisión...

http://tiempo.elargentino.com/notas/manejo-de-informacion-dios-los-cria-y-zvorykin-los-amontona

sábado, 31 de julio de 2010

El director del Observatorio tendrá a su cargo la Conferencia Inaugural del II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social

II Congreso Internacional Latina de Comunicación Social: La Comunicación Social, en estado crítico.

Entre el mercado y la comunicación para la libertad

La Laguna (Tenerife), martes, 7, jueves, 9 y viernes, 10 de diciembre de 2010.

http://www.revistalatinacs.org/10SLCS/convocatoria_2_congreso.html

miércoles, 28 de julio de 2010

Oktubre y una noticia exclusiva

Por Víctor Ego Ducrot
Periodista, escritor y profesor universitario

Artículo publicado hoy por el diario Tiempo Argentino, de Buenos Aires.

Esta semana comenzamos con una noticia, casi exclusiva, que me reservo para dentro de unos párrafos; en este sólo cierto adelanto: un gran acto para el 10 de Octubre próximo, dicen que en el estadio cerrado más grande de Buenos Aires.

Por ahora comencemos con lo que sigue: ¡Me voy a ahogar! / ¡Me voy a pique! ¡Glu-glu! / ¡Me está por hundir mi fiel fantasma Bu-Buuu!.. / Seré promovido para Navidad / ¿cómo no se nos ocurrió? / ¿No vas a esperar que enfríen a tu amigo? / si ya conocés la forma novedosa / ¡Divina TV Führer mi amor (…). Debo confesarlo; no fui ni soy entusiasta del rock – salvo cuando veo a Diego Capusotto y sus videos, a mi modesto entender el mejor crítico cultural del país-, pero elegí un título de los Redondos como comienzo de este texto porque Divina TV führer, del disco Oktubre, cae como anillo al dedo para calificar la sensación que provoca el paso del tiempo y del espacio por las pantallas de los grandes canales de la televisión privada; tuvo razón Amado Boudou cuando el domingo pasado dijo frente a las cámaras de Canal 7 que esos medios ya no nos cuentan ni aproximaciones a la realidad.

Ayer informó la agencia Telam: “el titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), Gabriel Mariotto, anticipó que en agosto se va a firmar el Decreto Reglamentario de la Ley 26522 de Servicios de Comunicación Audiovisual. Importantes grupos (de medios) ya se han inscripto para adecuarse a la nueva norma. Los foros abiertos y participativos, que recorren el país para captar las propuestas para la reglamentación de la nueva legislación, se van a cerrar hoy (por ayer) y en agosto vamos a estar en condiciones de firmar el decreto reglamentario para la aplicación de todos los artículos de la ley”.

En pocas palabras, estamos a pocos días de que la democracia cumpla, finalmente, con una deuda que venía arrastrando por más de dos décadas; sin lugar a dudas algo para festejar a lo grande.

Algunos de los especialistas, dirigentes y militantes que más arduamente trabajaron para que sea realidad lo que el martes anunció Mariotto no piensan en fiestas ni en brindis. A partir de la mejor tradición de la Universidad Pública, que consiste en reconocer el carácter político del conocimiento y de sus mecanismos de transmisión, articulando a la aulas con el conjunto de la sociedad, en particular con los sectores más populares, un grupo de docentes, académicos y estudiantes del área Comunicación de todo el país decidieron impulsar un proyecto que extienda o expanda a la nueva Ley de Medios, más allá del ámbito específicamente mediático.

La en principio denominada Corriente por una Comunicación Nacional y Popular tiene como referencias concretas a Gabriel Mariotto, titular del AFSCA y ex decano de la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ); a Alejandro Verano, ex decano de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y actual integrante del directorio de Radio y Televisión Argentina Sociedad del Estado (RTA); a Santiago Aragón, decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNLZ; a Ernesto Espeche, director de la carrera de Comunicación de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) y a Gustavo Bulla, académico de la UBA, entre otros.

Los principales impulsores de la iniciativa prevén incorporar actores universitarios, sociales y mediáticos del más amplio espacio popular y democrático, con la intención de que las actividades de la Corriente puedan alcanzar dimensión nacional; y aspiran a presentarse en sociedad en forma contundente: con un acto público en el Luna Park, el 10 de Octubre próximo o en fecha muy cercana a esa, primer aniversario de la sanción por el Congreso Nacional de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Todo un desafío.

Sin embargo, los datos más interesantes del proyecto en cuestión son, por su originalidad, el diagnóstico del cual parten y la puesta en escena política de un principio teórico que muchos de los que estamos en estos menesteres de la docencia universitaria especializada en medios planteamos en forma cotidiana, en las aulas y fuera de ellas: la capacidad de influencia de las poderosas concentraciones mediáticas es inversamente proporcional a la capacidad de organización, participación y movilización de los sectores populares.

El análisis que hacen estos académicos y dirigentes consiste en que la nueva Ley de Medios, y podría agregarse que la reciente sobre matrimonio igualitario también, exceden a sus asuntos específicos y a las adhesiones partidarias originales, significando un ámbito de confluencia política desde el cual aportar para la profundización de la propuesta de país que hizo posible o creó las condiciones institucionales para que estos nuevos escenarios de amplificación democrática sean una realidad tangible. Es entonces desde el principio teórico sintéticamente descripto en el párrafo anterior y a partir del mencionado diagnóstico que la flamante Corriente se inscribe como parte activa del movimiento nacional que encabezan la presidenta Cristina Fernández y el titular del PJ, Néstor Kirchner, y como apuesta horizontal y amplificadora de ese mismo espacio.

La Corriente, reconocen sus principales referencias, es original pero también ambiciosa, y no sólo por aspirar a un acto de lanzamiento en el Luna Park, sino porque - ¡y qué saludable es que lo hagan! – admiten que el conocimiento y sus formas de transmisión en un sentido popular son, se quiera o no, factores de una ecuación que solamente se resuelve en clave de dimensión política. Por eso se plantean objetivos inmediatos, como aportar para que en las elecciones del año próximo se consolide el proceso político que el sedicioso Grupo Clarín cree que descalifica cuando lo bautiza K; y de mediano y más largo plazo, como la capitalización de todo trabajo territorial para que la realidad plantada por los grandes medios sea discutida desde la sociedad misma, desde lo barrios, por ejemplo; y para que éstos tengan voz propia, política y democráticamente organizados, en la creación de contenidos informativos, de esparcimiento y de todo género, de cara al nuevo mapa mediático abierto con la vigencia de la Ley 26522.

Por último, y casi a título de sugerencia desde esta columna: que las autoridades de RTA, que administran al sistema nacional de medios, pongan micrófonos y pantallas, en la medida de lo posible, para que puedan difundirse los trabajos de producción colectiva y popular que obviamente se proponen desarrollar quienes han pensado a esta novedosa Corriente por una Comunicación Nacional y Popular, la misma que aspira a llenar un Luna Park; porque pese a que yo no soy de aconsejar, no sea cosa de estar jodiendo al personal y tengamos que poner en Río ese restaurant…que te quitó el sueño, el sueño.

miércoles, 21 de julio de 2010

La pesadilla de Olivia Benson

Artículo publicado hoy en el diario Tiempo Argentino, de Buenos Aires.

Por Víctor Ego Ducrot
Periodista, escritor y profesor universitario

Olivia Benson es una detective famosa. Una mañana amaneció con gripe y no fue a trabajar. Un compañero la visitó en casa y hasta le protestó por no encontrar en la heladera algo, aunque sea algo, con que preparar un desayuno decente; pues no es cosa de andar ingiriendo antibióticos con la panza vacía. Hasta ahí todo muy simpático; unos día de descanso con parte médico y punto aparte.

Sin embargo, el asunto se complicó. Pocas horas después, la pobre Olivia vive una pesadilla: su ADN aparece en los restos de sangre impregnados en un arma asesina y su propio coche, que ella creía al reparo del garaje, es encontrado en la escena de crimen. ¡Bingo! A la detective no le sirven ni un expediente intachable ni la solidaridad de colegas y jefes; la procesan por homicidio.

La comisaría es un hervidero. La forense ordena repetir una y otra vez las pruebas de ADN, pero no hay caso: el laboratorio es concluyente. El comisario pone en tensión a todo el personal para que encuentren al verdadero asesino. Mientras tanto, la pobre Olivia se juega la patriada de rechazar el derecho que le asiste de contar con un abogado y, convencida de su gripe, de su postración por días, y por supuesto de su inocencia, enfrenta a los de Asuntos Internos. Estos son inconmovibles; no hay otra salida que el calabozo.

Para suerte de ella, y gracias a los esfuerzos de sus compañeros más próximos, todo se resuelve y, como siempre, la historia culmina con un final feliz. Los episodios que en forma sintética acabo de narrar pertenecen a uno de los capítulos de la eterna serie policial estadounidense “La ley y el orden”, con la cual intenté borrarme del mundo el domingo pasado, tan frío y lluvioso en nuestra querida Buenos Aires. Se trata de una película por entregas de éxito mundial que en la TV por cable y satelital de nuestros pagos pone en pantalla el canal Universal: un verdadero muestrario del más ramplón de los simplismos al que nos tienen acostumbrados la cultura Hollywood y sus subproductos, con buenos, malos, muy buenos y muy malos, pero todo tan políticamente correcto; siempre gana la más occidental y cristiana de las democracias y sus libertades.

¡Quién me mandó a mí, como les decía, el domingo pasado, a querer borrarme del mundo con una serie de la tele! Al ver y oír como los amigos de la pobre Olivia llegaban a la verdad, me corrió un escalofrío. Resultó ser que el ADN incriminatorio no obedeció a otra cosa que a la experta mano del científico-técnico de un laboratorio privado, quien muy suelto de cuerpo explicó que hizo lo que podría hacer el más novel de los estudiantes de biología: con algunas complicidades, implantar el ADN de un sujeto en una muestra de sangre ajena.

Y después reviso las noticias. El lunes, la agencia TELAM consignó: “la fiscal federal de San Isidro Rita Molina pidió que se realice en forma urgente la pericia genética a los hijos adoptivos de la directora del diario Clarín, con muestras de sangre y saliva ya existentes para determinar si son hijos de detenidos desaparecidos en la última dictadura… se requirió a la juez federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, que ordene las pruebas con muestras extraídas a Felipe y Marcela Herrera Noble en diciembre pasado en el ámbito del Cuerpo Médico Forense…esas muestras estuvieron en poder del ex juez del caso, Conrado Bergesio, desplazado por la Cámara Federal de San Martín, y fueron recuperadas por Arroyo Salgado cuando se hizo cargo de la causa. Si la sangre y la saliva se encontrasen deterioradas, con bacterias por ejemplo, el Estado al que represento y del que soy funcionaria – añadió la fiscal- tiene la obligación de pedir otras medidas, incluso la extracción compulsiva. La verdad se va a saber tarde o temprano".

El martes, este diario afirmó: al declarar frente a la jueza Arroyo Salgado la semana pasada, el perito de parte de los Noble Herrera, Alejandro Trevisán, consideró que las muestras de sangre y saliva ordenadas por el juez Conrado Bergesio en diciembre de 2009 “fueron debidamente cerradas en sobre, firmadas por cada uno de los presentes, y el personal del Cuerpo Médico Forense estaba fotografiando todo el acto”.

El mismo día, Página 12 destacó las “condiciones” solicitadas por Abuelas para que los análisis en cuestión sean realizados: “que se analicen como mínimo dos muestras conservadas en lugares distintos, una del Cuerpo Médico Forense y otra del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG). Eso demostraría que hay o no correlación entre las muestras (…). El segundo aspecto es sobre los sobres lacrados. Además de que las personas que firmaron oportunamente esos sobres vayan y reconozcan sus firmas, queremos (las Abuelas) que haya un perito calígrafo para determinar si esas firmas son auténticas o no. Por otro lado también piden que se observen los bordes de los sobres, quieren saber si están dañados. La última condición vincula el análisis con los resultados del último allanamiento. Aquél estudio fracasó porque se halló más de un ADN en cada una de las prendas, como si las ropas pertenecieran a distintos individuos. Para que el estudio sea considerado válido, debería haber una coincidencia entre esa muestra y por los menos uno de los ADN que se hallaron en las ropas de Felipe y Marcela Noble. Abuelas da por descontado que ese cruce puede ser posible porque así lo aseguró el BNDG”.

Resulta claro que, en este caso, para Abuelas, y me animo a decir que para la inmensa mayoría de la sociedad argentina, los únicos actores confiables son el tribunal que ahora lleva la causa, el ministerio público fiscal y el BNDG. Y añado: todo lo que provenga de los Noble, de su abogados y hasta de las propias y supuestamente “tranquilizadoras” palabras del perito de parte pertenecen al territorio de las tinieblas, de las incertezas, de las sospechas; el tiempo por demás dilatado del proceso y la colección de mañas puestas en escena por los sospechados, con la escandalosa complicidad de los poderosas corporaciones mediáticas – y hay que decirlo, la de sus escribas -, justifican las dudas y las incertidumbres.

Lo que sigue sólo forma parte del posible guión de otro capítulo en la atribulada vida Olivia Benson. La detective es citada desde Buenos Aires para que narre su infausta experiencia, cuando fue acusada por un crimen que no cometió; porque se sospecha que el mismo personaje de la actividad privada que incrustó su ADN en una muestra de sangre ajena, para incriminar a una inocente, anda por estas comarcas y, contratado por ciertos personajes especializados en la comisión de delitos de lesa humanidad y en maniobras de encubrimiento, puede hacer algo parecido: para que no se sepa la verdad, para atentar contra la Justicia y el BNDG.

No me hagan caso, quizás estas líneas sólo sean consecuencia de una pesadilla, o de una tarde de frío y lluvia frente al televisor.

miércoles, 14 de julio de 2010

¡Ay, el nene me salió puto!

Artículo publicado hoy por el diario Tiempo Argentino, de Buenos Aires.

Por Víctor Ego Ducrot
Periodista, escritor y profesor universitario

El Congreso de la Nación tiene en sus manos la posibilidad de darnos un país más democrático; de avanzar en la concreción de un principio republicano que lleva siglos escrito y proclamado, al mismo tiempo que relativizado en los hechos, cuando no negado: el de la igualdad ante la ley. Si logramos que cualquiera se pueda casar y formar una familia, independientemente de que se enamore de él o de ella, los argentinos y la argentinas tendremos una sociedad más justa, desde la cual seguir construyendo subjetividad individual y colectiva; podremos transitar hacia la materialización efectiva de la declamada igualdad.

Porque de eso se trata. De que los principios constitucionales dejen de ser sólo verbo para convertirse acción y percepción tangible, por fuera de la lógica perversa que consagra víctimas y victimarios, tanto en el plano económico (sin pobreza, ni desocupación, ni exclusiones sociales) como en el de los espacios privados y familiares. Mientras la violencia de género, constitutiva incluso de un tipo particular de homicidio, no sea abordada con contundencia desde el Estado, mientras éste no le reconozca a las mujeres el derecho al aborto - por sólo mencionar algunos de los tantos asuntos pendientes -, mientras la Ley no refleje la realidad e intervenga para que la misma sea democrática e igualitaria; mientras todo ello no suceda, la República estará en deuda con sus habitantes.

Como lo maravilloso de lo humano consiste en que no tenemos otra forma de alcanzar materializaciones efectivas de la igualdad y de los derechos que no sea mediante el ejercicio de la palabra, es que los sectores más conservadores de la sociedad se oponen, hasta con rabia inquisitorial, a que esa palabra sea puesta en práctica y tensión. Es sobre ese punto desde dónde hay que entender la embestida de Bergoglio contra “el demonio” y el comportamiento, en el mejor de los casos dubitativo, de los grandes medios oligopólicos respecto del tema que nos ocupa.

Durante mucho tiempo, la palabra estuvo administrada e impuesta por la familia (la del orden primario y cotidiano), la Escuela (la del saber y del no saber), la Iglesia (la de lo bueno y lo malo como principio ordenador), la Institución Médica (la de los sano y lo enfermo) y el Estado en su sentido más intrínseco, que es el da la violencia legalizada (la de lo que se castiga y no se castiga). Y mal que bien, esa estructura funcionó: las intervenciones de los actores políticos para asegurar o transformar el orden establecido se dieron sobre esa lógica, sobre ese escenario, procurando la creación de nuevos contenidos ideológicos familiares y escolares, cuestionando la jerarquía y el discurso dominante dentro de la Iglesia, revisando el concepto de salud y poniendo en tela de juicio el contenido de las leyes y el comportamientos de las instituciones (violentas) encargadas de que las mismas se apliquen.

Pero algo se rompió. A medida que la transnacionalización y la corporativización de las prácticas económicas se fueron transformando en una suerte de totalización autoritaria, haciendo que los que quedaron dentro del sistema dediquen cada vez más tiempo y energía -hasta sus horas de ocio convertido en consumo - para que el sistema se reproduzca, y que los excluidos nada tengan, salvo la destrucción de todo lazo de pertenencia, aquellas instituciones comenzaron a verse reemplazadas por otro sistema ordenador de valores; de lo feo y de lo bello, de lo malo y de lo bueno, de lo justo y de lo injusto.

Ya se había encargado de advertirlo el propio Kissinger, al borde último de la guerra de Vietnam, cuando dijo que “las libertades occidentales no podrán ser garantizadas si permitimos que la prensa diga lo que quiera”. Ya se habían encargado de advertirlo varias organizaciones internacionales, como la propia UNESCO, al señalar desde principios de los pasados ’80 que el tiempo promedio de la sociedad frente a la TV se equipara a la cantidad de horas aplicadas al trabajo y tiende a ser al doble del que los niños dedican a la escuela y el grupo familiar al encuentro como tal; y que el desplazamiento de capitales provenientes de las industrias bélica, farmacológica y alimentaria al sector medios de comunicación se incrementará en escala geométrica. Nacía la corporación mediática oligopolizada como organizadora y disciplinante del conjunto social.

Si la Ley de Servicios Audiovisuales y los esfuerzos del Estado por desmadejar esa vergüenza nacional llamada Papel Prensa propenden a democratizar el espacio mediático, una ley que reconozca el derecho de las personas a casarse y formar familia sin ser discriminadas por sus opciones sexuales propenderá a democratizar la discusión sobre sentidos en el seno de la vida cotidiana, por fuera de los medios, al interior de las familias, en la escuela, ante las instituciones del propio Estado. Ambas, la ya vigente pese a los esfuerzos denodados de las corporaciones para borrarla, y la que debate a estas horas el Congreso de la Nación, tienden a los mismo: a la democratización sabiamente plebeya de la palabra; por eso las advertencias contra “el demonio” formuladas por Bergoglio, por eso la reacción inquisitorial de la Argentina conservadora.

Imaginemos ciertas situaciones con la certeza de que nuestros esfuerzos para ello no deberán ser nada del otro mundo, porque todos y todas los que vivimos en este país – y me animo a decir los que vivimos sobre la Tierra, cada cultura con su peculiaridad- protagonizamos en el pasado, lo hacemos en el presente y lo haremos en el futuro, y en múltiples oportunidades, situaciones que una Argentina igualitaria irá dejando en el pasado.

No me digan ustedes que en cada una de nuestras familias alguna vez no se habló en voz baja, y sobre todo cuando los menores no están presentes, sobre el tío que, o la sobrina tal cual, o el amigo del nene me parece, o…y podríamos seguir, ¿o no?. Y no quiero abundar…pero bueno, ¿por qué no, acaso no estamos por la democracia de la palabra?

Reconozcamos entonces, porque el que no lo hace simplemente no quiere o no se anima: quién de ustedes (nosotros) no se dijo alguna vez, con pretensiones de tolerante, a mí lo que me preocuparía de tener un hijo homosexual o una hija lesbiana, es que, pobrecito, sea discriminado, que sufra…o quién no escuchó voces más descarnadas… si me sale puto a tortillera la mato. ¡Vamos seamos sinceros!, y quisiera ir más a fondo: ¿usted señora, usted señor, en el fondito de su intimidad, pero en silencio porque de eso no se habla, usted señora, usted señor, nunca dudó (dudamos) en algún momento de su vida, de su propia sexualidad? Seamos sinceros.

Bien. De eso se trata, de democratizar la palabra; para erradicar para siempre ¡ay el nene me salió puto! ¿Sabe (sabemos) por qué de eso se trata? Porque nuestra Constitución dice que somos todos y todas iguales.

miércoles, 7 de julio de 2010

No se salva ni siquiera ni la pelota

Artículo publicado hoy en el diario Tiempo Argentino, de Buenos Aires.

Por Víctor Ego Ducrot
Periodista, escritor y profesor universitario


Al Grupo Clarín y a sus cuadros operativos se les salió la cadena; o se les escapó la tortuga. El sábado pasado, cuando millones de argentinos se la ingeniaban para soportar la angustia de ya no ser, los responsables de la página electrónica del diario (Clarín, de él hablamos) marcaban presencia; adelantaban la línea editorial a seguir tras la eliminación de nuestra Selección frente a Alemania: utilizaron la palabra “humillación”. Minutos después, los muchachos de TyC, amagaron con picar por el mismo lateral, pero el Twitter, el Facebook y los correos electrónicos de sus televidentes se transformaron en señales de alarma: los mismos usuarios de esos medios tiraron línea de cuatro en el fondo porque seguro adivinaron las intenciones, o porque primó el alma, o porque sí, porque los argentinos y las argentinas, maravillosamente, somos así.

Los amagues antimaradonianos ganaron en prudencia, escucharon las voces de la tribuna: había que tener la pelota, hacer tiempo. Veinticuatro horas después, la vida les daría la razón; fue muy oportuno tener cuidado porque el contragolpe resultó sorpresivo y eficaz. Pero ya volveremos a este punto.

Nada tengo contra los periodistas deportivos (en algún momento lo fui), pero ya que estamos en materia quisiera compartir con ustedes algo que me repiquetea hace mucho. Si uno sigue con atención las cotidianas secciones deportivas de diarios, radios y canales de televisión podrá comprobar que, salvo sobre hechos obvios como quién hizo el gol o cómo formará mañana el equipo, algunos colegas de nada informan; sólo opinan y le explican al centrodelantero, que se pasa horas pateando pelotas, cómo ejecutar un tiro libre; o al solitario y final arquero, cómo saltar con justeza cuando un corner. Recurren a prácticas que serian rechazados por la más paupérrima de la academias profesionales (en esto mucha responsabilidad tienen las escuelas privadas, factorías de la ilusión Clark Kent). Existen también los que hacen o quieren hacer las cosas bien, y ellos y ellas saben que estas palabras tienen otros destinatarios, por eso las escribo así, ligero de equipaje.

En ese modo de hacer encuentran los oligopolios mediáticos el camino para funcionalizar sus coberturas deportivas en términos de intencionalidades editoriales más amplias: el diario Olé apareció el lunes pasado con una primera plana en la que se preguntaba “qué festejamos”; Clarín consagró los supuestos motivos de la derrota ante Alemania y la opinión de algunos de sus redactores en torno al “fracaso de Maradona como técnico” con jerarquía de homilía pastoral; La Nación tejió complicados descules en torno al poder político y sus conspiraciones.

Los colegas de la tele fueron mejores volantes de contención. Estuvieron atentos ante el contragolpe eficaz; quizás supieron leer un principio sobre el cual volvemos una y otra vez: la influencia de los medios de comunicación oligopolizados es inversamente proporcional a la capacidad de organización y movilización de la sociedad tangible.

Cuando miles de personas se manifestaron en las calles y por otras vías en apoyo a Maradona –las redes sociales cumplieron un papel importante en ese sentido -, los muchachos de la tele constataron que los lineamientos de sus respectivas coberturas debían sufrir adecuaciones tácticas. También podríamos interpretar que los hacedores de uno y otro discurso, el de la televisión y el de la prensa digital, casi siempre anticipatoria de la impresa al día siguiente, trabajan en forma complementaria; al fin de cuentas el Grupo Clarín es toda una escuela en eso del sigilo y la nocturnidad: los secuestros y las desapariciones forzadas de personas fueron perpetradas en la sombras, lejos de las luces que alumbraban los encuentros entre la viuda, el señor Magnetto y Videla.

Amigos de la opinión disfrazada de información, mientras continúen en ese camino le harán el juego a quienes recurren a la cultura de la impunidad para truchar muestras de ADN; y harán piruetas mortales sobre la cornisa de un edificio que se llama lesa humanidad. Les guste o no les guste, lo sepan o no, se están enchastrando en ese lodo.

Pero muchos me preguntarán, ¿cómo se atreve usted a concluir que quienes critican a Maradona desde los medios del Grupo Clarín y otros de la corporación lo hacen porque defienden la línea editorial de la empresa, que a su vez, dice usted, está emparentada con los posibles delitos cometidos por su dueña?

Esa pregunta podría ser un jaque cantado, pero permítanme escribir en mi descargo. En primer lugar y respecto de cómo esos medios encubren a la Noble, allí están los archivos para ser consultados. Y no todos los que dicen y escriben mal de Maradona merecen la crítica; la misma va dirigida sólo a aquellos que se encubren detrás de supuestas informaciones para articular en forma sistemática un discurso editorial con determinado sesgo, expresado en títulos sin sostén contextual, informaciones sin fuentes o simples y vulgares inventos.

Es más, corrámonos del fútbol y de la Selección y revisemos otro tema candente: así como resemantizaron a la letra K con cargas cuasi demoníacas, el Grupo Clarín y la corporación se esfuerzan para instalar que las comunicaciones internas de los ministerios y las actividades que los mismos están habilitados por ley a realizar en el exterior, sin perjuicio de las atribuciones de la Cancillería (una constante institucional en los Estados de la llamada comunidad internacional) conforman una suerte de “diplomacia paralela”. Y en su programa semanal en TN, el inefable Morales Solá hizo el martes pasado un arriesgado ejercicio de malabarismo desinformativo, con un entrevistado que lució más como personaje berreta de una película de espionaje que como fuente digna de crédito.

Para qué continuar. Este mismo diario ofrece en forma cotidiana, en su notable sección Gráfica Registrada, claros y notorios ejemplos de manipulación informativa, e investigaciones como las del Observatorio de Medios de Argentina, de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, han descrito los mecanismos tergiversadores de la tele oligopólica.

Nadie debe negarle a los medios del Grupo Clarín, o al que sea, el derecho legítimo de tener y defender su propia intencionalidad editorial. Sí se le debe exigir, en cambio, como a cualquier otro y desde los principios que le dan contenido al Derecho a la Información, que la misma se enuncie con precisión, que no se la encubra detrás de “informaciones” manipuladas. Nuestra profesión tiene instrumentos para marcar línea política e ideológica: la agenda, es decir qué segmento de la realidad nos interesa; las fuentes o voces desde la que narramos esa realidad segmentada; y múltiples recursos de estilo. Simplemente, proponemos transparencia, que los usuarios sepan desde dónde informamos y opinamos, qué intereses defendemos.

miércoles, 30 de junio de 2010

Rousseau y nuestra Ley de Medios

Por Víctor Ego Ducrot

Artículo publicado hoy en el diario Tiempo Argentino, de Buenos Aires.

No supe hasta último momento sobre qué punto pararme para intentar este puñado de ideas a compartir, primero con ustedes, lectores, pero también conmigo mismo, mientras voy dándole forma de letras. Porque si existe algo irrefutable en toda historia, en todo relato, es que ninguno se agota en sus primeros trazos; en forma permanente se reescribe, se discute a sí mismo, más allá de las zozobras de cuerpo y alma que puedan sufrir los afanosos y afanosas de la trascendencia, entendiéndola a ésta como aquello que está más allá de los límites naturales y desligado de ellos.

De cara al mapa de medios, a la realidad comunicacional que se nos abre a los argentinos tras la destrabazón estructural de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, porque la Corte Suprema le dijo no a la patria mendocina de los amparos y porque la Cámara Federal de Salta obró en consecuencia con una pretensión similar de primera instancia; de cara a esa nueva realidad, decíamos, la plena aplicabilidad de la misma es ya un dato insoslayable; y digo aplicabilidad porque vigente siempre estuvo siempre, desde su aclamación en el Congreso y posterior promulgación por el Ejecutivo.

Y que no nos vaya a suceder lo que tanto tememos quienes en forma más que conciente, o por pasión, no viene al caso, nos dejamos llevar por la experiencia maravillosamente metafísica del fútbol como espacio de alegría popular, que perfectamente sabemos del bajón, del estado puerperal que nos aguarda a la vuelta de la esquina, cuando el Mundial llegue a su fin, mas allá del resultado que alcancen dios, la mano y sus profetas, sin lugar a dudas encabezados en espíritu y tozudez por el nacido en el pesebre de Fuerte Apache.

En otras palabras, que la obtención de la ansiada ley que democratiza la palabra, con la portentosa significancia que ello tiene en términos de distribución de poder para el debate y la imposición de valores organizativos de la sociedad, no nos tome desprevenidos; y en orden a continuar con la metáfora futbolera, no nos lleve a olvidar que aquella metafísica como espacio de alegría popular es un juego colectivo, de pases, gambetas y triángulos, siempre entre los de la misma camiseta. Si no, los contrarios se nos vienen de contragolpe, a la carga Barracas, y con un zapatazo bien colocado nos dejan, chau, fuera del Mundial.

El gobierno nacional dio muestras suficientes de su vocación al poner en acto de Estado toda la potencia de miles de actores y sujetos que durante años trabajaron en forma consecuente para acabar con lo dejado por la dictadura en términos de radio y teledifusión, y acomodado en muchos casos por las debilidades o complacencias de los gobiernos constitucionales que actuaron desde el ’83 hasta el actual, que hizo lo que hacía falta hacer: intervenir en términos políticos e institucionales para que los argentinos tengamos un orden jurídico comunicacional tan democrático - por su proceso de gestación y contendidos - que resulta difícil encontrarle antecedentes de justa equivalencia.

Hace pocas horas, la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), que pertenece a la órbita del Ejecutivo, dijo por boca de su titular, Gabriel Mariotto: la ley de medios es un desafío para que las expresiones culturales se manifiesten sin ninguneo…comienza la elaboración participativa de normas para reglamentar los artículos que sí requieran de decreto reglamentario para poder aplicar. Esta elaboración consiste en consultar a los ciudadanos que quieran hacer los aportes para fortalecer el texto de ese reglamento y la página electrónica del AFSCA va a recibir esos aportes, para lo cual también está abierta la mesa de entradas de nuestro organismo, en Suipacha 765, en el centro de Buenos Aires.

Esos dichos encierran una nueva vuelta de tuerca en términos democráticos. Habrá que cumplir con un arduo ejercicio de memoria o con un minucioso estudio de archivos para encontrar experiencias similares en torno al proceso de reglamentación de una ley, que, debemos recordarlo, es atributo del Poder Ejecutivo: la convocatoria a la ciudadanía en su conjunto para que formule y presente los aportes que crean convenientes a ese proceso de reglamentación es una experiencia inédita y portentosamente republicana; es casi una recuperación del estado natural del principio de soberanía popular, porque le da la palabra a la totalidad del pueblo y hace estallar por los aires una práctica tan universal como perversa de las democracias formalizadas o cristalizadas, el reemplazo del ciudadano por las corporaciones influyentes.

Podemos decir entonces que la convocatoria del Ejecutivo a través del AFSCA significa una nueva prueba del alcance republicano de la ley de medios, que excede incluso a su materia específica, para expandirse sobre el conjunto de las prácticas legislativas y de gestión administrativa.

La nueva ley de medios es entonces, y continúo con la metáfora futbolera, la camiseta de todos y todas los que estamos por un país en diversidad y autonomía de la palabra, contra los poderes oligárquicos. Sin intención alguna de clasicismo, ni mucho menos de ingenuidad naturalista, que tan sólo con ciertas pretensiones de ejemplo básico y elemental, es que se me ocurre aquí recordar (nos) al Contrato Social de Rousseau: alcanzado un acuerdo estratégico entre los ciudadanos y ciudadanas democráticas, que somos mayoría, reconozcamos sí las diferencias de matices, incluso por marcadas que sean, y actuemos en términos de resolución de conflictos, pero dentro del Contrato; dicho de otro modo, dentro de la Ley de Medios todo, fuera de ella nada.

No se trata, no, de una declaración de principios. Es dable considerar que estamos ante una urgencia política tangible, comprobable. El oligopolio, con el Grupo Clarín a la cabeza y como todo sujeto de poder registrable en la Historia, no cederá sus privilegios por gracia divina ni por decisión propia. Sus privilegios serán cosa del pasado cuando el conflicto con la democracia se resuelva en favor de ella, y ese es un escenario de confrontación inscripto en la dimensión de lo político, con actores concretos y correlaciones de fuerzas constatables.

El oligopolio entonces prepara su contraataque e incluye como prioritarias todas las maniobras tendientes a dividir el campo de nuestro nuevo contrato social; hasta querrán “corrernos por izquierda” y para ello estarán dispuesto a darle voz a lo ingenuos y a los no ingenuos que quieran separar aguas en ese mar de voluntades que le dio forma y vida a lo que supimos conseguir.

Entonces, y como punto final, atención con las gambetas de los contrarios; que no nos encuentren mal parados y proclives a ser víctimas del amague rápido. Por eso, y disculpen por la reiteración: dentro de la ley de medios todo, fuera de ella nada.

miércoles, 23 de junio de 2010

Más TV para todos...

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/8-18379-2010-06-23.html

martes, 22 de junio de 2010

Ley de Medios...

http://www.telam.com.ar/vernota.php?tipo=N&idPub=190315&id=362840&dis=1&sec=1

lunes, 21 de junio de 2010

Más democracia mediática...

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-148006-2010-06-21.html

domingo, 20 de junio de 2010

La Nueva Ley de Medios está llegando...

http://www.telam.com.ar/vernota.php?tipo=N&idPub=190115&id=362471&dis=1&sec=1

jueves, 3 de junio de 2010

Los medios argentinos y el Mundial

http://www.diariosobrediarios.com.ar/eldsd/zonadura/index.htm

domingo, 30 de mayo de 2010

sábado, 22 de mayo de 2010

El Observatorio con el Bicentenario

Un artículo para leer...Medios de comunicación y Bicentenario

A la Noble, la Revolución la hubiese fusilado..

http://www.prensamercosur.com.ar/apm/nota_completa.php?idnota=4677

Segundo Taller de Comunicación Popular

Cómo poner en marcha una emisora popular

Se realizará en la provincia de Mendoza el segundo Taller organizado por la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA). El mismo se llevará a cabo los días 7, 8 y 9 de junio, en la Universidad Nacional de Cuyo.

Los Talleres abarcarán aspectos prácticos que acerquen a los participantes a planificar y gestionar un medio popular de comunicación: saber cómo armar y conseguir recursos humanos para encarar la experiencia, de qué forma y qué equipos comprar, cómo armar redes de información, producción y distribución de contenidos, alternativas de obtención de recursos, financiamiento, producción; formas de transmisión de los mensajes.

Tras el desafío abierto en Argentina con la aprobación de la ley de Medios Audiovisuales, y a partir de su reglamentación, con estos talleres promovidos por el Estado nacional, las organizaciones sociales y la comunidad accederán a las herramientas necesarias para debatir y definir una propuesta concreta y realizable para la puesta en marcha de un proyecto de señal propio.

Los Talleres teórico-prácticos servirán, asimismo, para romper con viejos paradigmas, como los de la objetividad como mito, la imparcialidad y el concepto de que comunicación alternativa es igual a comunicación marginal.

martes, 11 de mayo de 2010

La ley de medios viene marchando: Capacitación popular en Mar del Plata


Cientos de personas acudieron a la convocatoria del gobierno argentino para capacitarse en radio y televisión de cara al nuevo mapa de medios que seguramente se trazará en el país, cuando la normativa democrática entre en plena vigencia.

La Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) organizó en Mar del Plata un curso taller de comunicación popular, dándole inicio así al programa de capacitación destinado a organizaciones sociales y pequeños emprendedores que esperan la entrada en plena vigencia de la nueva ley de medios, para irrumpir en el mapa que se trazará como consecuencia del objetivo de la norma: democratizar la palabra y terminar con los oligopolios mediáticos concentrados.

El curso taller se desarrolló en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar del Plata, en forma libre y gratuita, con la participación activa de unos 300 talleristas. Las clases y debates tuvieron lugar durante los días 5, 6 y 7 de este mes y concluyeron con un acto público en el que Gabriel Mariotto, titular de la AFSCA, se refirió al nuevo escenario mediático que se abrirá en el país a partir de los próximos meses.

La nueva ley de medios fue sancionada a fines del año pasado por amplias mayorías en el Congreso Nacional e inmediatamente promulgada por el Poder Ejecutivo.

Pese al contundente soporte democrático de la norma, que fue debatida en cientos de foros sociales antes de su definitiva sanción, una camarilla conservadora enquistada en el Poder Judicial intenta impedir su efectos, tras haberle hecho lugar a un pedido de amparo interpuesto por legisladores de la oposición, verdaderos mandatarios de las corporaciones mediáticas concentradas del país, con el poderoso Grupo Clarín a la cabeza.

El caso llegó a la Corte Suprema de Justicia, que deberá emitir su fallo definitivo al respecto. La semana pasada, el ex presidente Néstor Kirchner, actual diputado y titular del partido de gobierno, manifestó su plena confianza en que el máximo tribunal adoptará una decisión ajustada a la Constitución Nacional, otorgándole plena eficacia a una norma transformadora de la democracia argentina.

La AFSCA tiene previsto replicar su programa de cursos y talleres en distintas ciudades y pueblos del país.

El plantel docente de estos talleres estuvo integrado por expertos de la AFSCA y por representantes de distintas carreras de Comunicación de las Universidades públicas. Dieron clase Ernesto Espeche, de la Universidad Nacional de Cuyo y Víctor Ego Ducrot, de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. También lo hicieron Gustavo Bulla, de la AFSCA, el periodista uruguayo Aram Aharoniam y Damián Loretti, experto en Derecho de la Comunicación.

lunes, 26 de abril de 2010

Talleres de Comunicación Popular

El Observatorio y la Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP apoyamos e invitamos a los talleres de Comunicación Popular que organiza La Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA). Consultar en: http://www.afsca.gov.ar/web/blog/?p=3749

domingo, 18 de abril de 2010

6,7,8. ¿El huevo o la gallina?


Persiste una idea de origen (neoliberal por cierto): los medios lo son todo. Sin embargo, sólo son medios. Ahora el debate: en última instancia, el programa de la televisión pública argentina 6,7,8 no convoca por sí mismo sino que es el resultado de la convocatoria que proponen los sujetos tangibles más activos del escenario político.

Por Víctor Ego Ducrot

En el caso que nos ocupa, la interpretación de la vieja pregunta - qué fue primero, si el huevo o la gallina - nos remite al campo tan necesariamente debatido del rol que cumplen y deberían cumplir los medios de comunicación en una sociedad con mecanismos democráticos de profundidad y densidad participativa. Sobre el escenario concreto de la actualidad argentina y en particular respecto de la irrupción del programa “6,7,8”, que se emite en forma diaria por el Canal 7 de la televisión pública, quizá convenga deslizar un puñado de ideas críticas, abiertas al debate y a la refutación.

Se trata de un emprendimiento comercial a cargo de un exitoso empresario privado del sector, que provocó una verdadera conmoción mediática, tras unos pocos meses de salida al aire.

Con una cuidada y meticulosa producción periodística, apoyada sobre el formato tradicional de la mesa panel, casi a imagen y semejanza de los programas dedicados a los chimentos de la farándula, y con ajustada utilización del humor, “6,7,8” utiliza un paradigma televisivo hegemónico y recurrente de la denominada “tele basura”, pero con un giro discursivo de 180 grados: democrático, defensor del gobierno constitucional y de los derechos humanos, y de ácida crítica a la cerrada corporación mediática privada, obstinada en jugar como pivote de las políticas desestabilizadoras de la derecha. Una prueba de esa acidez es el éxito que tuvo su consigna caballito de batalla “somos la mierda oficialista”

“6,7,8” y otros programas del Canal 7 pasaron a ocupar un lugar de privilegio en las mediciones de encendido y audiencia, dato que casi todas las consultoras privadas prefieren ocultar, pues sus espacios de negocios siguen perteneciendo a la órbita de las corporaciones oligopólicas.

En el marco de la polémica colectiva abierta tras la obstaculización de la nueva Ley de Medios por parte de elementos fascistas que sobreviven en el Poder Judicial argentino, que operan a pedido de las corporaciones para frenar una ley democratizadora del ámbito radioeléctrico, el programa “6,7,8” multiplicó su audiencia, provocó la articulación discursiva con parte de ella, a través de la red Facebook, y convocó a más de una movilización callejera, la última con miles de personas la semana pasada alrededor del Obelisco de Buenos Aires, en reclamo de la plena vigencia de la Ley y con un marcado tono de apoyo al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

La eficacia del programa en la disputa por los sentidos, hegemonizados por las corporaciones oligopólicos, es contundente. Lo reconoció el mismo jefe de Gabinete de la presidenta, Aníbal Fernández: “reivindico de corazón la presencia fundamental de “6, 7, 8”, “Duro de Domar” y“Televisión Registrada”, gracias a los cuales no estamos más solos, estamos discutiendo de igual a igual”, dijo.

Los otros dos ciclos mencionados por el ministro pertenecen a la misma productora y son emitidos por canales privados. “Duro de domar” es un programa dedicado a la farándula, en el que por primera vez en ese formato aparecen discursos claramente favorables al campo democrático, y “Televisión Registrada” tiene una larga trayectoria como espacio dedicado a la crítica satírica de la propia televisión.

El fenómeno “6,7,8” como agente movilizador por fuera de los ámbitos mediáticos, en las calles, cuenta con un antecedente de mucha envergadura en Ecuador, durante el levantamiento popular contra el presidente Lucio Gutiérrez.

El 27 de abril de 2005, la agencia ALAI publicaba un artículo de Eduardo Tamayo que decía lo siguiente: “en la revuelta de los ‘forajidos’ de Quito, que dio al traste con el régimen de Lucio Gutiérrez, participan sobre todo sectores juveniles y mujeres de clase media. El movimiento asumió el término “forajido”, como identidad y desafío al poder, luego de que el ex presidente Gutiérrez calificó con este término y amenazó con enjuiciar a un grupo de ciudadanos que concurrió a su residencia a hacer un escrache (…). En la tarde del 13 de abril, luego del paro a medias de la ciudad de Quito y la provincia de Pichincha, convocado por las autoridades, y ante las declaraciones de Lucio Gutiérrez agradeciendo al pueblo de Quito por respaldarlo y no haber participado en el paro, la gente sugirió realizar un “cacerolazo”, utilizando como medio facilitador a la Radio La Luna. Los ciudadanos/as decidieron, además, autoconvocarse a una concentración en la amplia Av. De los Shyris, ubicada al norte de Quito. Esa noche se reunieron más de 5000 personas, iniciando una serie de manifestaciones en diversos lugares de la ciudad y del país, que duraron siete días con sus respectivas noches y fue el factor determinante para la salida de Gutiérrez, quien huyó y se exilió en Brasil”.

En ese mismo artículo se concluye que Radio La Luna pudo desempeñarse como sujeto “facilitador” de las movilizaciones debido a la eclosión del siguiente escenario, sobre el cual se movían actores políticos y sociales tangibles: “desde sectores de izquierda y nacionalistas, se veía a Gutiérrez como un aliado incondicional a Estados Unidos en la implementación del Plan Colombia, la negociación del Tratado de Libre Comercio y la apertura a nuevas inversiones norteamericanas sobre todo para la explotación petrolera. La embajadora de Estados Unidos, Kristy Kenny, visitaba con frecuencia las zonas de frontera e incluso cuarteles policiales y se entrometía en la política interna del país. El Ecuador, igualmente, se convirtió en una prioridad de la política norteamericana para la región, en función de contener la insurgencia colombiana. Los jefes del Comando Sur de Estados Unidos llegaban al país con mucha frecuencia. Desde los movimientos sociales, había descontento por la profundización de las políticas privatizadoras en las áreas del petróleo y la seguridad social y el pretendido recorte de derechos laborales. También cuestionaban el sometimiento del Ecuador a las órdenes del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, que exigían mayores recortes en el presupuesto del sector social con el fin de asegurar fondos para cubrir el pago de la deuda externa”.

Seguro que entusiasmados por la eficacia de su aportes como claras fisuras al orden comunicacional impuesto por las corporaciones oligopólicas, desde el panel de “6,7,8” y entre sus seguidores surgieron voces para poner el acento sobre el carácter convocante del mismo, e incluso en el sentido de que el programa estaría subsanando las deficiencias del gobierno a la hora de comunicarse con la sociedad.

Al respecto, quizá convenga debatir las siguientes consideraciones.

En primer lugar, y tras incluir al Estado en ciertas circunstancias en el segundo factor del siguiente principio – ecuación, “la capacidad de influencia de los medios hegemónicos es inversamente proporcional a la capacidad de movilización de las organizaciones populares en términos políticos y sociales, debería contemplarse la posibilidad del siguiente panorama: fueron las políticas de Estado enderezadas por el gobierno nacional, en sintonía con reclamos sentidos por amplios sectores de la sociedad, las que crearon las condiciones para la movilización social, la que no fue convocada por “6,7,8” sino que el programa de TV surgió como destacado “facilitador”.

Entre esas políticas de Estado figuran: potenciar en presencia y calidad al propio Canal 7 y otras emisoras públicas, tanto de radio como de televisión (el canal cultural Encuentro es un ejemplo); el programa y producción “Fútbol para todos”; promover con decisión el establecimiento de una nueva Ley de Medios y acompañar a los organismos de derechos humanos en la investigación del caso Ernestina Herrera de Noble (principal accionista del Grupo Clarín y sospechada de responsable de crímenes de lesa humanidad) y, sobre todo, el programa Asignación Universal por Hijo, que moviliza miles de millones de pesos en pos de la inclusión de millones de niños, con resultados tales como el incremento en un 25 por ciento de la matrícula escolar en el sistema de educación pública y gratuita.

Respecto de la segunda cuestión puesta a consideración, “las deficiencias del gobierno a la hora de comunicarse con la sociedad”, no viene al caso afirmar que el Ejecutivo nacional siempre comunicó bien, porque muchas veces se equivocó. Se trata de acordar sobre cuáles son las herramientas comunicacionales esenciales de un gobierno, de un Estado.

¿Lo son acaso las estrategias y los programas de ejecución de sus expertos en comunicación? Sin duda son importantes pero no son las herramientas decisivas. Estas últimas pasan por las políticas de Estado en consonancia con las expectativas, las necesidades y los deseos de las mayorías populares, entonces en sí mismas eficaces comunicadoras y movilizadoras.

Una vez tomadas las decisiones es importante que sean divulgadas con eficacia –la campaña sobre el segundo Centenario y otros cortos que apoyan a “Futbol para todo” son una ejemplo de ello-, pero la naturaleza comunicacional última radica en el contendido preciso de las políticas de Estado adoptadas.

Esta diferenciación no es meramente una cuestión de matices ni una letra chica de apreciación política. Se inscribe en un debate que debe darse a fondo en el campo de la comunicación social, en el sentido de revisar su paradigma hegemónico, más allá de que el mismo contenga y posibilite discursos “progresistas” y de izquierda: la comunicación y sus medios como fetiches.

Ese proceso de fetichización, incrustado por cierto en los programas de estudios de las carreras de comunicación y en las preceptivas de la profesión de comunicador-comunicadora , es el que condujo a privilegiar el proceso técnico específico respecto de los sujetos tangibles, los propietarios reales de la palabra, del signo..

Semejante mecanismo de distorsión no solo prohijó la consagración metafísica de los comunicadores en el seno del Estado, de los gobiernos, sino que, y con efectos de mayor gravedad, legitimó el rol omnipotente de la corporación mediática, expropiadora de los espacios públicos como escenarios naturales de la práctica política y social. Así fue el Grupo Clarín pudo potenciar a un político “de izquierda” como el diputado Fernando Solanas, cuando constató que el discurso de este resultaba funcional al objetivo estratégico de la corporación: golpear al gobierno nacional.

Por consiguiente, es probable que haya que relativizar el carácter estratégico de la batalla mediática, quizá ubicándola como cuestión táctica de primera magnitud y ubicar en el centro de la escena a los sujetos de carne y hueso en las calles, en “la plaza pública y corpórea”. Una vez más qué fue (y es primero): ¿el huevo o la gallina?