jueves, 26 de marzo de 2009

“Los grandes medios no habilitan el debate del proyecto de ley de Comunicación Audiovisual”

El vicepresidente de Télam, Sergio Fernández Novoa, cuestionó que sólo le den espacio al tema para dar "su versión". En ese sentido, sostuvo que "hay manifestaciones univocas y unidireccionales de los grandes formadores de opinión" cuando se refieren al proyecto para poner fin a la ley de Radiodifusión de la dictadura.


El vicepresidente de la agencia Télam, Sergio Fernández Novoa, señaló hoy que desde los grandes medios de comunicación no se propone el debate sobre el proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual presentado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

"En las principales señales de noticias se ha soslayado deliberadamente discutir alrededor de esta ley de servicios de comunicación audiovisual que es algo que se va a meter adentro de las casas de cada uno de los ciudadanos de la República Argentina", describió Fernández Novoa en una entrevista con Canal 7.

"Hoy la sociedad necesita los medios de comunicación para percibir porciones de la realidad y sin embargo vuelven a repetir, cuando se trata de este tema, lo que han hecho en los últimos años. Hay manifestaciones univocas, unidireccionales de los grandes medios de comunicación, de los grandes formadores de opinión de la Argentina que cuentan su versión sobre esta ley pero que no habilitan al debate", aseguró.

"Se hace a través de los medios públicos como es el caso de canal 7 y a través de expresiones comunicacionales diferentes de las comerciales, que hay a lo largo y a lo ancho de la Rrepública", agregó.

El vicepresidente de Télam, quien además trabajó durante 5 años en el Comité Federal de Radiodifusión (Comfer), definió como una "falacia" que se coarte la libertad de expresión cuando se intenta analizar el rol de los medios de comunicación.

"¿Qué libertad de expresión se coarta, la de alguna persona en el interior de nuestro país que tiene todas las posibilidades de expresarse? No, al contrario, hemos vivido en una sociedad en la que ha sido muy difícil expresarse para el conjunto de los argentinos. Siempre doy un dato que me parece interesante: el año pasado en Argentina durante algunos meses sólo existía el conflicto del campo. Los medios de comunicación transmitían en cadena, parecía que los argentinos no hacían otra cosa", expresó.

"Si uno mira cuántas familias están ligadas de esta actividad se encuentra con que millones de argentinos no tenían que ver con eso que estaba pasando y sin embargo no podían expresarse, no sólo sus ideas alrededor de ese conflicto sino también una multiplicidad de cuestiones que llevan adelante los argentinos y que no aparecían".

"Hay sectores de la sociedad que tienen acceso a los grandes medios de comunicación mientras la enorme mayoría de nuestra población esta afuera de esa posibilidad y me parece que esto es lo que necesitamos de una vez por todas comenzar a revertir", aseveró.

Fernández Novoa aseguró que la concepción de origen de la Ley de Radiodifusión creada por la dictadura militar "aún sigue vigente" y que tiene una concepción que habla de "una comunicación para muy pocos basada fundamentalmente en el aspecto mercantil de la información".

"Nosotros necesitamos una legislación moderna como pasa en la enorme mayoría de los países del mundo, sobre todo en los países denominados desarrollados donde se hace eje en el carácter social que debe tener la comunicación. Porque esto es importante también para el ciudadano común, para lo que se denomina el ciudadano de pie", afirmó.

Fernández Novoa sostuvo que se necesita "también una mirada sobre los contenidos, una mirada sobre la propiedad de esos medios".

"Esta ley va a permitir que todo el sector no comercial que estuvo marginado durante todos estos años del acceso a la titularidad de las licencias también pueda tener medios de comunicación".

"En el interior del país hoy esta cuestión la resuelve Canal 7 a donde llega. Una de las cosas que plantea esta ley es la posibilidad de mayor televisión gratuita para los argentinos", agregó.

El funcionario aseguró que "vivimos en un país en el que se ha desarrollado bastante la televisión paga. Sin embargo, no se ha desarrollado de la misma manera la televisión gratuita. Enormes regiones de nuestro país no tienen acceso a la televisión gratuita".

"Esto plantea que el Estado tiene que garantizar que, por ejemplo una experiencia como la de Canal 7, un canal público, llegue absolutamente a todo el territorio nacional, tenga la ocupación de tantas frecuencias y tantas repetidoras como las que hagan falta para poder llegar a toda la Argentina", concluyó.

martes, 24 de marzo de 2009

La consagración de la “Perversa Trinidad”

Los medios, el “campo” y la derecha a todo o nada. Las tres patas de una estructura desestabilizadora y, si pueden, destituyente. Silencios y mentiras como armas contra la democracia.

Por Víctor Ego Ducrot
(artículo tomado de www.prensamercosur.com.ar)

La Perversa Trinidad se puso en acción. El poder económico y financiero, que hoy tiene cara visible en “el campo”, representa al Padre; los sectores más recalcitrantes de la derecha política se expresan como el Hijo; y la corporación mediática privada, con el Grupo Clarín a la cabeza le da voz y cuerpo al Espíritu Perverso. No tienen oficinas ni en el Cielo ni en el Infierno, mucho menos en el Limbo.

Lamentablemente, la última gran reunión la sostuvieron al amparo de Silvana Giudici, titular de la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados y con la “bendición” de la aspirante a la presidencia Elisa Carrió, del jefe de la Unión Cívica Radical (UCR), Gerardo Morales, y de otros personajes de la derecha rabiosa.

Faltaron a la cita pro corporación mediática –ya se sumarán prontito- sus colegas del peronismo antigubernamental – el ramillete de ex funcionarios de cuantas experiencias últimas de poder se registraron en el país y los empresarios devenidos en políticos gracias a su millones y para sus millones, entre ellos Mauricio Macri y sus amigos, quienes gobiernan la ciudad de Buenos Aires.

El Hijo vociferaba contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, con inexactitudes, silencios y falacias respecto del recientemente anunciado anteproyecto de Ley de Radiodifusión, que se propone sustituir a la actual, un engendro normativo heredado de la última dictadura. El Padre cortaba rutas y decretaba paros patronales del agro porque no quiere pagar derechos a las exportaciones hiperrentables de soja y, además – y en contra de sus propias y anteriores palabras- porque se niegan a que esos ingresos fiscales sean distribuidos por el Estado nacional entre provincias y municipios.

Por su parte, y como siempre, el Espíritu Perverso, estuvo en todas partes, a través de sus pantallas monopólicas de televisión, dividas entre los cortes de ruta de las patronales del agro (el Padre) y las manifestaciones antigubernamentales del Hijo.

El Espíritu Perverso también dedicó amplios espacios a una retahíla de programas sobre intimidades de la farándula, dándole cámaras y micrófonos a “figuras” del espectáculo (estrellas decadentes con más siliconas que neuronas, y ex cortesanos y ex cortesanas de los campos de concentración de la dictadura), quienes piden mano dura y pena de muerte para la delincuencia, convirtiéndose en eco bobo de la doctrina que criminaliza la pobreza, y lanzan diatribas contra los movimientos y la militancia de derechos humanos.

Dan asco y por supuesto no porque piensen distinto a uno sino porque sus argumentos consisten en silencios engañosos y mentiras flagrantes. Podría enumerarse aquí una larga lista de barbaridades mediáticas, pero para muestra sobra un botón.

La ex diputada Carrió –quien ella misma se irroga el estatus de una casi profeta- contó con todas las cámaras de la TV corporativa para calificar al proceso anunciado el miércoles último por la presidenta, para que la sociedad y el Parlamento debatan el anteproyecto de nueva Ley de Radiodifusión, de maniobra gubernamental “extorsiva”.

En un acto realizado el miércoles último en la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, el distrito de mayor incidencia en el mapa electoral argentino, la jefa de Estado sostuvo que ese anteproyecto será puesto a discusión durante 60 días ante todos los foros y organizaciones sociales que quieran participar en el mismo y que recién entonces será elevado al Parlamento, para su discusión y eventual sanción. A ese proceso democrático la Santísima Perversión lo califica de “extorsivo” y violatorio de la libertad de expresión.

Es decir, o bien sus miembros sufren una seria lesión neurológica o bien nada les importa que no sea obstruir al gobierno para defender sus intereses corporativos, que son confluyentes, tanto los del Padre como los del Hijo como los del Espíritu Perverso: los grandes grupos de la economía concentrada necesitan políticos que defiendan sus prerrogativas frente al Estado y al conjunto de la sociedad, y medios de comunicación que procuren convencer a ésta de que lo que ellos dicen es verdad divina, aunque sean mentiras tan grandes y visibles como la cordillera de los Andes.

Todos cobran de la misma caja y cada vez que surge la posibilidad de que sus intereses sean cuestionados y sus maniobras visibilizadas, por más limitada y tibia que sea esa posibilidad, pues entonces se sientan en el atrio y conspiran, siempre contra las instituciones de la democracias, actitud que en otras épocas los llevo a defender, por acción u omisión, regimenes dictatoriales y genocidas.

Ese es el escenario que está en juego en la Argentina.

martes, 17 de marzo de 2009

Más sobre el rechazo de Clarín a la nueva Ley de Radiodifusión

Desde que el Gobierno argentino anunció la presentación de la “Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual”, el holding y sus aliados sectoriales recrudecieron los ataques e internacionalizaron sus operaciones a través de la SIP. Desinformación, ocultamiento de voces y manipulación para confundir intereses económicos con libertad de prensa son apenas una muestra de la guerra que darán los grandes medios para que nada cambie en el país.

En un artículo anterior del Observatorio de Medios de Argentina (Clarín defiende los privilegios que obtuvo durante la dictadura) sosteníamos que Clarín había abierto sus páginas a voces críticas al proyecto oficial para reformar la Ley de Radiodifusión, a pesar de no haberse conocido aún la iniciativa.

Esto se observó tras la inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso, donde la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció el envío del proyecto para su tratamiento parlamentario, considerando el tema como una “deuda histórica de la democracia argentina”.

La tendencia se intensificó desde entonces y amenaza con convertirse en una verdadera guerra de los conglomerados mediáticos para preservar los privilegios obtenidos no sólo durante la dictadura, sino también en los últimos 25 años de democracia, a partir de las sucesivas modificaciones a la norma 22.285.

El 11 de marzo la mayoría de los medios informaron sobre la presentación del anteproyecto el próximo miércoles 18 en el Teatro Argentino de La Plata, en un acto que será encabezado por la mandataria y el interventor del Comité Federal de Radiodifusión (COMFER), Gabriel Mariotto.

Clarín tituló “Apuran la presentación de la nueva Ley de Radiodifusión”, incluyendo de manera selectiva las “voces de alerta” de la oposición, especialmente las del radicalismo, sin contrastarlas con ninguna voz a favor de la necesidad de una reforma. Además, relacionó el proyecto con las críticas formuladas por el titular del PJ, Néstor Kirchner, por la cobertura de las elecciones catamarqueñas, en las que apuntó directamente contra el matutino porteño.

“Las recientes declaraciones del ex presidente Néstor Kirchner sobre la prensa en general y sobre Clarín en particular, vuelven a demostrar la indisimulada incomodidad del dirigente con la prensa independiente y su reiterada costumbre de atribuir a factores ajenos a su persona las consecuencias de sus errores y fracasos. (…) Las críticas de Kirchner formaban -y siguen formando- parte de un estilo de conducción y de relación con el resto de la sociedad caracterizado por el intento de negar realidades evidentes y por un tinte autoritario. Se trata de una posición en conflicto con un sistema basado en la libertad de información y de opinión y en la admisión y procesamiento de puntos de vista e intereses de los diferentes actores sociales”, definió el diario en el editorial de la misma edición.

El título de La Nación fue casi idéntico al de Clarín: “El Gobierno apura la presentación de la ley de radiodifusión” y en el cuerpo de la nota calificó el proyecto como “controvertido” en el marco de “la pelea con los medios”.

“No pocos funcionarios oficiales deslizan por lo bajo que el envío del proyecto busca presionar a grupos de medios de comunicación a los que el ex presidente Néstor Kirchner enfrentó desde que se agudizó el conflicto con el campo. De hecho, el anuncio del anteproyecto se conoció después de que Kirchner, jefe del PJ, lanzó anteayer un ataque al diario Clarín. ‘¿Qué te pasa, Clarín? ¿Por qué estás tan nervioso? Tranquilizate, Clarín’, dijo Kirchner durante un acto en Tres de Febrero, enojado por el enfoque que los medios le dieron a su reciente derrota electoral en Catamarca”, sostuvo La Nación para luego deslizar que la aprobación de la ley de radiodifusión buscaría “favorecer el ingreso en medios de nuevos empresarios cercanos a la Casa Rosada”.

En la misma línea se manifestaron los columnistas Joaquín Morales Solá y Pablo Sirvén, quienes trataron de reafirmar la idea sobre el espíritu revanchista de la medida anunciada, adelantando además un eventual fracaso en el Congreso.

Morales Solá lo planteó de la siguiente forma: “Cualquier modificación de esa ley, en síntesis, debería hacerse en un marco consensual con sectores políticos, sociales y empresarios. Kirchner no sabe hacer eso. De todos modos, esos eventuales cambios, o una nueva ley, nunca deberían ser una herramienta de revanchas y amenazas. Es más amenaza que otra cosa: es improbable que salga aprobado del Congreso un proyecto manchado por tales particularidades. ¿Cuántos senadores y diputados lo seguirían a Kirchner, en las actuales condiciones políticas, en una cruzada personal contra medios de comunicación?”

Y luego, sentenció: “Amenazar públicamente a medios de comunicación, a empresarios y a entidades agropecuarias, como Kirchner lo ha hecho habitualmente, puede reinstalar el miedo en la Argentina”.

Por su parte, Sirvén aseguró que, “así como se pretende asustar a los ruralistas con el cuco de la posible estatización de la comercialización de granos, cada tanto los Kirchner hacen flamear como mera amenaza la posibilidad de cambiar la ley de radiodifusión”, pero “la verdad es que hasta el momento parece pura bravata: no hay anteproyecto oficial que se conozca”.

“El ex presidente tira dardos, pero en los hechos es el que más hizo por consagrar el statu quo de los medios audiovisuales privados cuando les regaló graciosamente, en 2005, diez años más de licencias a los actuales permisionarios de radio y TV”, agregó el columnista, para quien “ni una ley de radiodifusión ni ninguna otra legislación servirá para nada si es sólo producto de venganzas e inquinas, apuros interesados y resentimientos que saltan a la vista”.

La Nación volvió a insistir con estos ejes luego del anuncio sobre el adelantamiento de las elecciones legislativas nacionales para el 28 de junio. Mariano Obrrio, por ejemplo, descartó la aprobación parlamentaria del proyecto de ley de radiodifusión en plena campaña electoral e incluso dejó abierto su tratamiento al resultado de los comicios legislativos.

“En el imaginario conspirativo de los Kirchner, los grandes grupos de medios son enemigos equiparables al campo y al vicepresidente Julio Cobos”, afirmó Obarrio en la edición del 15 de marzo.

Mientras tanto, Clarín siguió dando vueltas sobre las voces críticas del radicalismo (Gerardo Morales - Silvana Giúdici), sumando en esta postura a otros actores de la oposición, como Margarita Stolbizer (Coalición Cívica) y Federico Pinedo (PRO), y a ex funcionarios, como Julio Bárbaro (ex titular del Comfer).

Ambos diarios también incluyeron en su discusión unilateral a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), una asociación con sede en Miami que nuclea a grandes propietarios de medios de comunicación del continente en la defensa de sus intereses oligopólicos, de la cual forman parte Clarín y La Nación.

A lo largo de sus 67 años de vida, la SIP ha utilizado la libertad de prensa como instrumento de desestabilización contra toda manifestación o tendencia contrahegemónica en América Latina. Son conocidas sus históricas vinculaciones con la Agencia Central de Inteligencia (CIA), a partir de documentos desclasificados del gobierno de Estados Unidos y varias investigaciones, que dan cuenta de las campañas coordinadas de desinformación que se ejecutaron contra diversos gobiernos latinoamericanos de carácter progresista, desde el de Jacobo Arbenz (Guatemala, 1951-1954) en adelante.

La misma bandera flamea ahora contra un proyecto de ley que puede afectar los intereses de sus socios argentinos.

“Ante el anuncio de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de modificar la ley de radiodifusión y el clima de confrontación del Gobierno con los medios de comunicación en la Argentina, los titulares de la Coalición Cívica y la Unión Cívica Radical, Elisa Carrió y Gerardo Morales respectivamente, junto a otros legisladores que integran las comisiones de Libertad de Expresión de ambas cámaras solicitaron la intervención de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) para evaluar la libertad de prensa en el país”, informó Clarín el pasado 14 de marzo, al igual que lo hizo La Nación en la edición de la misma fecha.

Pero el pedido no hizo más que centralizar la atención en el encuentro de la organización patronal interamericana que se desarrollaba en Asunción, Paraguay, porque allí se presentó, en efecto, un nuevo informe de la Comisión de Libertad de Prensa con cuestionamientos y advertencias sobre Argentina, Venezuela y Cuba, blancos recurrentes de la SIP.

El documento, dado a conocer por Clarín y La Nación el día 15 de marzo, afirma que los medios argentinos siguen "padeciendo toda clase de agravios y descalificaciones que dificultan el ejercicio del periodismo" y luego dedica algunas líneas para criticar la reforma de la Ley de Radiodifusión.

"El proyecto del gobierno es hasta ahora desconocido pero nadie espera que en estos momentos de crisis, no solo económica sino sobre todo de confianza que es necesario generar en todos los sectores, la iniciativa oficial no sólo profundizaría la confrontación con los medios sino aumentaría los controles y también el manejo de los mismos", subraya el informe de la SIP.

El tratamiento de los dos principales diarios argentinos, previo a la presentación del anteproyecto de la llamada “Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual”, demuestra que a estos medios concentrados no les interesa debatir el contenido de la nueva norma, sino entrar de lleno en una puja de poder que garantice la continuidad de un status quo que les facilita cuantiosos beneficios.

sábado, 7 de marzo de 2009

Clarín defiende los privilegios que obtuvo con la dictadura


Aunque aún no se conoció el proyecto, Clarín ya abrió sus páginas a voces críticas contra la iniciativa oficial de modificar la Ley de Radiodifusión. El miércoles 4 de marzo, en su sección El País, le dedicó toda la página 9 a declaraciones del titular de la UCR, Gerardo Morales.

La nota, con la firma de Marcelo Helfgot, se tituló con un textual del dirigente: “Si meten la ley de Radiodifusión, Venezuela va a ser un poroto”.

Morales le dijo a Clarín: “Más que el anuncio de que el Gobierno pretende debatir una nueva legislación sobre radiodifusión o medios de comunicación, hemos escuchado una amenaza de la Presidente contra los medios y los periodistas independientes”.

Según Helfgot, “la UCR se perfila como la fuerza que opondrá más resistencia a una ley de radiodifusión que sirva eventualmente como traje medida al kirchnerismo”.

El diario también publicó en su sección Opinión, una columna de la diputada Silvana Giúdici, titulada “La libertad de prensa, en riesgo”.

En uno de los últimos párrafos, la legisladora expresó: “Legislar en materia de medios requiere un profundo respeto de las garantías constitucionales. El debate en torno a la radiodifusión no puede utilizarse sesgadamente, sancionar una nueva ley es una deuda de la democracia que sólo podrá pagarse si se establece para mejorar el sistema, no para dominarlo”.

Página 12, en cambio, se muestra favorable Así como ayer Clarín publicó información y opinión crítica hacia la Ley de Radiodifusión, Página/12 mostró una mirada por completo diferente y editó dos columnas de opinión favorables a una nueva norma.

Una la firmó el periodista colaborador del diario, Washington Uranga, titulada “Un camino nada fácil” y la otra, los especialistas en Comunicación Santiago Marino y María Graciela Rodríguez, titulada “Perdidos en el desierto”.


¿Direct TV y Telefónica van juntas?

Los diarios La Nación y El Cronista difundieron el miércoles 4 de marzo negociaciones entre DirecTV y Telefónica para aliarse en la oferta de “triple play”.

En La Nación, Mercedes García Bartelt señaló que “Telefónica y DirecTV negocian por estos días una asociación para ofrecer el servicio de triple play (televisión, Internet y telefonía en una factura única), una alternativa que le permitiría a la operadora de telefonía ingresar al negocio televisivo sin quebrar las barreras regulatorias que hoy enfrenta”.

La nota consignó que “Guillermo Delfino, gerente de marketing de DirecTV, confirmó a La Nación” que la negociación “de una oferta comercial conjunta comenzó hace un par de meses” y que “no hay barreras regulatorias porque cada empresa mantendría la prestación de su servicio”.

El Cronista, por su parte, afirmó: “La imposibilidad legal de las telefónicas de dar servicios de video generó una nueva oportunidad de negocios para DirecTV, la proveedora de servicios de televisión satelital que parece estar cada vez más distanciada de la operadora del Grupo Clarín, CableVisión”.

Agregó también declaraciones de Delfino quien dijo que “ambas compañías comenzaron a analizar la posibilidad de unir acciones de venta hace un año, alternativa que también ofreció a Telecom”.

Sin embargo –recordó– las conversaciones se suspendieron y se retomaron hace dos meses. “Recién estamos trabajando en la propuesta de viabilidad de este negocio”, aclaró Delfino, quien advirtió que el lanzamiento no es inminente.

Observatorio de Medios de Argentina

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