Las conclusiones del trabajo del Observatorio de Medios sobre el diario
En forma deliberada, y en muchos casos burda, encubre su posicionamiento político frente al Gobierno nacional mediante prácticas mediáticas que violan los preceptos básicos del periodismo profesional. Las adjetivaciones difamatorias, la unilateralidad de fuentes, y el ocultamiento de sujetos y protagonistas de la noticia y de la información se convirtieron en prácticas habituales del medio observado.
En estudios anteriores y no vinculados estrictamente a la presente investigación, vino constatándose una tendencia en la mayor parte de los grandes medios gráficos de nuestro país –no sólo
Como se ha afirmado en otras oportunidades, el Observatorio de Medios de Argentina, en función de promover el pleno ejercicio de la libertad de expresión, reconoce y considera saludable que cada medio, grupo mediático y periodista exprese sus puntos de vista y posicionamientos editoriales. Sin embargo, advierte que esa práctica debe someterse a los estándares de calidad y responsabilidad profesional, para darle cumplimiento al principio básico, aceptado por la legislación internacional de última generación, que confiere el derecho a informar y estar informados a todas y todos los que integran una sociedad, no sólo a las empresas periodísticas y a su profesionales.
Asimismo, se llama la atención sobre el hecho de que, sin sustentos informativos y teóricos suficientes,
Al igual que a lo largo de toda la cobertura contemplada en esta investigación, este posicionamiento de
Este Observatorio se abstuvo en forma sistemática de consignar recomendaciones acerca de qué actitud receptora debería guardar el conjunto de la sociedad ante las calidades de los servicios noticiosos e informativos de los más poderos e influyentes medios de comunicación. Sin embargo, ante la gravedad de las actitudes y tendencias constatadas en ésta y otras investigaciones, nos permitimos sugerir dos líneas de acción.
- Ante los discursos periodísticos del los medios, adoptar el rol de receptores incrédulos-críticos, lo que lleva al esbozo de la segunda línea de acción recomendada.
- Pensar y articular las formas gregarias y asociativas desde la cuales todas y todos podamos pasar de receptores a productores de información, con la intención deliberada de que todos los protagonistas sociales tengan voz y relevancia en los procesos de construcción periodística-comunicacional. En este último punto cabe aclarar que esa participación y ese protagonismo de voces no se logra conforme a ciertas propuestas simbólicas y comerciales que proponen las grandes corporaciones y concentraciones mediáticas, como ser el envió de imágenes y la participación en sus foros y blogs, mecanismos tendientes a reforzar la expropiación de la palabra y a la frivolización del concepto de democracia comunicacional.
Disponible en PECyP
No hay comentarios:
Publicar un comentario